miércoles, 23 de enero de 2013

la mujer que quiero tener "capitulo 5"



Todo es un teatro y hay que seguir con el show 



 





Abrí los ojos y al principio y no distinguí lo que había delante de mi, pero encontré unos ojos infantiles. Parpadee dos veces y todo se hacia mas claro, pero no lo suficiente.
Yo estaba en la sala acostada en el sofá.
 Quise ponerme de pie y no pude. Tomo me resultaba extraño, sentí que todo me daba vueltas y sin poner resistencia me puse de pie y salí corriendo al baño.
Abrí la tapa y sin contenerme vomite todo lo que mi estomago no había digerido.
Las piernas me temblaron haciéndome caer al suelo, con la frente sudorosa, con un sabor amargado en los labios y con los ojos fijos en el techo. Me quede donde estaba y no hice ningún esfuerzo para recuperar las fuerzas suficiente para ponerme de pie.
-¿Estas bien?-pregunto Manuel sentándose a mi lado.
-Ahora me siento mejor, me intoxique con la comida-explique, pero supuse que no fue la comida si no el alcohol.- me pueden ayudar a poner de pie-pedí y el chico me ayudo asentarme en el borde de la bañera.
El chico abrió la llave dejando que el agua caliente saliera libremente.
-te dejare asolas- me susurro antes de irse.
Me quite la ropa y entre a la bañera. El baño no fue prolongado como en las mañanas que estaba sola.
Luego de bañarme salí de la bañera cubriéndome con una toalla rosada.
Fui a mi habitación y no encontré a nadie, después de cerrar la puerta me vestí con una camiseta de botones roja y rayas negras, un pantalón de mezclilla roto en las rodillas y unas Conver’s negras. Peine mi cabello y lo deje suelto y libremente.
Fui a la cocina, preguntándome ciertas cosas:
-¿Que puñeta paso ayer?-pregunte en mi mente.
Adoptaste a unas crías-me respondió mi vocecilla.
-¿Nada más?-exigí saber.
París es hermano de Kyle, el verdadero nombre de Paris es Nicholai. Un nombre sexi y nada convencional para un francés.-susurro mi vocecilla.
-¿Que voy hacer?-pregunte esperando instrucciones.
-Seguir adelante chica-respondió.
Le pregunte otra cosa y no me respondió.
Cuando llegue a la cocina el desayuno estaba servido y estaban mis dos vecinos Manuel y Federica Colon esperándome sentados en la mesa de la cocina.
-Hola-salude.
-Hola –saludo el chico y la chica me sonrió.
Necesito hablar con ustedes-le dije rápidamente sin perder tiempo.
-Siempre tienes que ser directa-me regaño mi vocecilla.
-Claro-respondió el chico nervioso.-, primero comamos.-me indico y negué con la cabeza.
Aprecio el detalle, pero no tengo buen estomago para comer ahora-dije pálidamente.
-Comprendo-susurro tristemente.
Me senté junto a ellos.
-Necesito hablar con ustedes antes que pase mas tiempo- comencé a decir y la chica comenzó hacer señas extrañas.
Federica pregunta que si estas molesta con nosotros-tradujo el chico.
-Claro que no-dije sin comprender su pregunta.-ustedes me agradan, pero yo no soy su tutor legal y por ende le diré ciertas cosas. El señor Gautier esta haciendo los tramite para yo ser su tutora temporal en lo que su padrastro aparece. También tiene que saber que soy doctora en el hospital San Francisco de la Carolina y trabajo tiempo completo. Voy a contratar una empleada para que este con usted cuando yo no este. Si sabrán estamos en el mes de junio y la escuela termino y comenzaron las vacaciones y supongo que ustedes quieran hacer algo mientras yo trabajo-les pregunte.
La chica miro extraño a su hermano.
-¿Hacer que?-pregunto alerta.
-Me refiero si quieren tomar clases de arte, música hacer algo adicional a lo que van al colegio-respondí.
Federica volvió a hacer señas.
-Federica pregunta que si puede tomar clases de artes en el verano-pregunto el chico y asentí.- ¿yo podría tomar clase de música y jugar futbol?-pregunto el chico emocionado.
-Si, con unas condiciones-susurre y los chicos me miraron con atención.-que hagan sus deberes, ayuden en la casa, sean buenos chicos y saquen buenas calificaciones.
-Hecho-dijo el chico con una sonrisa antes de mirar a su hermana, la cual asintió con emoción.
-Vamos ir al hospital a hacerles unos chequeos y después vamos a comprar sus cosas por que no van a usar los trapos de a noches-le dije.
Los chicos comieran en silencio y yo me excuse en el hospital.
Alguien toco el timbre de mi casa y yo fui a ver quien era. Cuando abrí la puerta puse una cara de horror al verlo ahí.
Tan bello como siempre, el jamás se veía feo o menos que un dios.
-Buenos días señorita Carrión-saludo y yo no dije nada.
Solo lo mire como si observara una obra de arte peculiar y extraña para mí.
Quiero disculparme por la actitud de mi hermano-susurro el chico.
-¿Por qué?-pregunte.
-Porque me sentí fatal por la forma en que te fuiste, te veías molesta-susurro.
Ambos hablábamos en el umbra.
-Sophy-me llamo Manuel.
Me voltee y le di la espalda a Paris.
-¿Que ocurre?-pregunte nerviosa.
-Ya estamos listo-dijo y vi la chica acercándose a nosotros.-limpiamos los platos sucios.
-Muy bien-dije y le sonreí- Federica tráeme mi bolso que esta en el sofá.-le pedí esta me lo entrego.
Me volvía a donde estaba Paris del cual tenia cara de curiosidad.
-¿Son tus hijos?-pregunto y no respondí.
-Si-respondió Manuel con una sonrisa en el rostro.
-Hola soy Nicholai Prince-se presento.- ¿ustedes son?
-Federica y Manuel Colon –respondió el chico sin dejar de mirar me.
-Mucho gusto-dijo mi amor.
-¿A donde van?-pregunto Paris curioso.
-Al hospital-respondí.-se no hace tarde y no tengo tiempo para disculpas innecesarias. Vámonos chicos.
-¿Todo esta bien?- pregunto preocupado.
-Si-respondí de mala gana- solo vamos por un chequeo de rutina-le explique.-apártate
París se apartó y todos salimos de mi casa, cerré la puerta con seguro.
Entren al auto-demande después de quitarle el seguro a las puertas.
-¿Siempre eres así?-demando saber Paris quien no dejaba de sonreír.
-Afirmativo- respondí.
-Quiero compensarte por el desastre de anoche- me susurro sin dejar de mirarme con esos ojos de esmeralda.
-No tienes que-le dije fríamente.
Me estaba poniendo nerviosa y me lo quería quitar de encima.
-Pues si tengo y quiero-susurro.
-Si acepto me deja de joder el día- le dije molesta y él se echo de reír.
-Claro-respondió triunfante.
-El 31 de este mes salimos-le dije ya que sabia que este mes consistía de 30 días.
-Fenomenal-exclamo y se fue en el auto de su hermano.
-¡Mierda!-exclame.
Me subí al auto.
-¿Están abrochados?-pregunte y Manuel me dijo que si. Después de ese percance todo el día fue normal, bueno no tanto. Después de llevarlos al hospital y presentarlos ante la pediatra como mis hijos fue un chisme que corrió todo el hospital. Pero yo no le di importancia ya que me preocupa saber lo que tenían los chicos.
Federica tenía unos hematomas en muchos lados del cuerpo que no note, presentaba una mala alimentación y era diabética.
Manuel estaba peor que su hermana en el sentido que tenía lo mismo excepto que estaba anémico y tenia unas fracturas en la muñeca izquierda.
Luego de hablar con mi colega tome las medidas para seguir con los tratamientos que ella había impuesto. Después de salir del hospital fuimos a un especialista para audición para Federica del cual nos dio esperanza.
-Le mandare hacer sus audífonos-nos dijo el doctor escribiéndolo en el archivo de Federica.
-Gracias doctor-susurre antes de entregarle el cheque.
Después de salir del consultorio fuimos a la heladería que quedaba cercal centro comercia y comimos un helado para los gusto de cada uno.
Paseábamos comiendo helados por las tiendas locales y platicando cuando se nos atojaba.
-¿quieren ir de compras?-pregunte y ellos se encogieron de hombros.
-Supongo si-susurro Manuel al ver a su hermana.
Yo me encogí de hombros y no pregunte.
Nos fuimos hacer compra.
Yo parecía otra mujer gastando dinero compre tanta ropa que pensé que cavaria en los armarios. También zapatos, cosas que los chicos querían, por ejemplo Manuel quiso que le comprar libros tantos que podría tener su mini biblioteca, Federica me pido pintura, lienzo y pinceles, compre otras cosas mas para que los chicos tuvieran que divertirse en la casa.
Cuando llegamos a mi hogar bajamos todas las cosas, no tomo 20 minutos bajarlas y 3 horas a acomodar todo en las habitaciones. Las habitaciones tenia un toque de cada uno, la habitación de Federica era mas colorida y la de Manuel muy distinta neutral.
La habitación de Manuel tenia estantes con libros nuevos y películas nuevas, también había un nuevo televisor de plasma puesto por el mismo en la pared. Había posters de Albert Einstein y William Shakespeare. Sobre la mesita de noche había un celular nuevo del cual yo le había comprando en caso de emergencias.
En cambio la habitación de Federica había fotografías del grupo“ONE DERATION”, de la saga de crespúsculo había postes pegados en la pared. También tenia cortinas de color rosa y un están con muñecas de porcelanas, libros, películas nuevas y una cámara recién comprada.
Las sabanas eran de color rosa lleno de muchos peluches y sobre la mesita de noche había un IPOD del cual su hermano tendría que descargarle la música con su ordenador nuevo.
 Mientras los chicos me ayudaban hacer la cena alguien toco a la puerta.
-Ve quien es-le ordene a Manuel.
Manuel dejo de pelar papas y verifique quien era el que tocaba la puerta.
Se escucho la puerta abrirse y luego cerrase, pero no me preocupe por eso.
-Hola-saludo Kyle en el momento que sacaba el pollo asado del horno.
No dije nada y controle mis emociones, saque el pollo del horno y lo coloque  en un plato representable.
-Federica-le dije a la niña-ve a tu habitación y llévate a tu hermano-ordene lentamente para que ella me comprendería. Asintió y tomo a su hermano por el brazo y se fueron.- ¿que haces aquí en mi casa?
-Quiero razonar contigo Sophia-pidió el y yo solté una carcajada.
-No-dije fríamente.
-¿Porque?-pregunto.-dame 5 razones para no molestarte.
-Te voy a responder-le advertí y me acerque a el alce el puño y se lo mostré.-uno por que no me gusta-alce el pulgar.-dos eres un mentiroso-saque el dedo índice del puño.-tres tengo cosas mas importantes que hacer.-saque el dedo del corazón.-cuatro no me gusta que me cojan de pendeja.-dije sacando el dedo que va antes del meñique – y cinco te revolcaste con otra.- saque el ultimo dedo y lo abofetee.-ves son cinco razones validas, quiero que te vayas de mi casa o llamare a la policía.-le advertí molesta.
-Te amo-me dijo y lo abofetee de nuevo.
-Crees que voy a caer en tus pies por que me digas eso-le dije fríamente.-sal de mi casa antes que te meta al horno-le amenace y él se fue de mi casa, pero sin antes decir.
-Voy a esperar que se te pace el coraje-susurro antes de cerrar la puerta de un azote.
-Manuel y Federica vengan ayudarme-les grites.
Estos bajaron y me miraron extraño al llegar a la cocina.
-¿Que les pasa?-pregunte curiosa y fingiendo no estar molesta mientras terminaba de pelar la s papas.-Federica recoge ese reguero-le dije señalando en el fregadero cascaras de papas. La chica asintió y comenzó a limpiar el reguero de cascaras, mientras que Manuel me miraba.
-¿Quien era ese hombre?-pregunto el joven de 14 años.
-Un idiota del trabajo-le explique.
-¿Era tu novio?-pregunto y Federica le hizo señas a su hermano.-ella dice que no le agrada la forma en que te habla.
-No era mi novio y jamás lo fue-respondí.-ya olvídenlo.-no lo dejen entrar la próxima vez a la casa-les ordene mientras echaba las papas picadas y peladas al agua hirviendo.
-No debería hablarte así-dijo molesto Manuel.
-Lo se, peor hay hombres que hay que hablarles fríamente para que entiendas.-susurre-al menos tu no los eras.
-Tienes novio-pregunto al ver las señas de su hermana.- lo dudo Federica…
-¿Que dijo?-pregunte.
Ella pregunto si tu no vio era el apuesto príncipe-explico Manuel.
Solté una risita tonta.
-Claro que no y no tengo novio, solo tengo dos crías que me esta volviendo loca-dije y comencé hacerle cosquilla Federica.
Después de cenar y ver una película los lleve a dormir a la 9:03 pm.
Acosté a Federica del cual tenia 10 años tenia el alma de una niña pequeña, me hizo leerle un libro antes de dormir, pero se durmió antes de llegar al final. Cuando fui a la habitación de Manuel lo encontré viendo un partido de baloncesto
-¿Quien va ganando?-pregunte al entrar a su habitación.
-Miami Heats- respondió y sonreí.
Me acerque a él y le bese la frente.
-Apagas el televisor cuando se acabe el partido-le dije cuando me aparte de él.
-Si diosa Sophia- dijo molestándome y le saque la legua.
Salí de la habitación y fui a mí la cocina a lavar los platos.
Mientras limpiaba pensaba en mi sentimientos con respecto a  parís, pero no pude continuar por que tocaron mi timbre. Fui a ver quien era y volví a llevarme una sorpresa.
-¿Que desea señor Price?-pregunte fingiendo molestia al verlo.
-¿Puedo pasar?-pregunto evitando mi pregunta.
-Si-dije fríamente sin contenerme de fulminarlo con la mirada molesta.
Yo me sentía molesta con el porque no me reconocí apariencia haberme olvidado. Yo estaba frente al el y no sabia que yo fui la chica que se entrego a el día de su graduación y un día antes de partir a España.
Lo deje pasar y cerré la puerta. Lo guie a la cocina y estando ahí saque dos vasos de cristal y una botella de vino.
-¿A que le debo su desagradable visita?-pregunte fríamente, pero el no dejo de sonreírme. Se sentó en la silla y yo lo imite.
-Puede ser sarcástica, pero no me iré- susurro y arrugue el entrecejo.
Gruñí algo que el no supo y yo tampoco.
-Quiero conocerla-dijo finalmente- ya que  usted es una persona agradable que ha llamado mi atención y quiero invitarla a cenar por lo sucedido ayer y hoy. Sé que mi hermano puede ser algo temperamental y yo no, peor tonto no soy ya que sé que este mes es de 30 días nada más señorita Sophia.-dijo tranquilamente y se sirvió vino.-cuando tenga un día libre saldremos y como sé que no me mentira ya que puedo hallar la verdad con facilidad y no te va a gustar que yo te haga una escenas de teatro.
-Bien-dije finalmente molesta.- viernes después del trabajo, cena y nada mas.- le dije-dile a tu hermano que si vuelve a tocarme lo mato.
-Se lo diré- susurro tranquilamente para luego beberse la copa de vino.- ¿donde están los chicos?-pregunto y me puse de pie y comencé a limpiar los platos.
-Manuel debe estar viendo un partido de baloncesto y Federica dormida-respondí.
-¿Quienes juegan?-pregunto emocionado
-Miami Heats contra los Lakers -respondí orgullosa de mi equipo.
-Puedo verlo-pidió y asentí sin pensarlo.
París y yo no sentamos de forma distante mientras veíamos el partido del cual mi equipo llevaba la delantera.
-¿A quien le vas?-pregunto Paris.
-Miami-respondí y el sonrió.
-Yo también, pero te apuesto que el ultimo tiro lo tiran los Lakers -respondió el que debía ser mi mejor amigo.
-Lo dudo-respondí.
-Pues apostemos-declaro el chico sin dejar de sonreír.-si los Lakers lanzan el ultimo tiro nos veremos cada vez que yo quiera y platicaremos animadamente.
-Hecho, pero si yo gano me dejas en paz de una vez-le dije.
-Bien-dijo y nos quedamos viendo el juego.
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-¡Maldición!-exclame mientras me veía al espejo.
Ya había pasado 5 días desde que había perdido la apuesta y yo me vestía para salir con Paris. Me miraba en el espejo peleando yo vestía un vestido rojo que del cual me había regalado chary hacia unos años pero que nunca había usado. Calzaba Zapatos de aguja y mi cabello estaba recogido por una dona dejando algunos cabellos sueltos y rebeldes. Me maquille sencillo al igual que mi joyería. No me sentía cómoda con la pinta que tenía parecía modelo y no doctora.
-Te ves linda-me dijo Manuel del cual estaba poyado al piel de la puerta.
-Gracias-le agradecí y lo encare, me acerque a él y le di un beso en la mejilla.- ¿te bañaste?-le pregunte y asintió.-y ¿tu hermana?-volví a preguntar.
-No-respondió y me abrazo.- está dibujando y se bañara cuando termine-me explico.
-Vale, pero que se bañe-le dije mirándolo a los ojos.- la hija del licenciado contrato una niñera la cual vendrá a cuidarlos y deseo que porten bien.-le dije a mi niño. Ya que lo sentía como un hijo propio.
-Si mama-dijo y el timbre sonó en la casa y yo me puse tensa.-iré a ver quién es- me dijo y se fue, pero yo le seguí ya que  no quería tener un mal encuentro con Kyle.
Manuel abrió la puerta y quien estaba era una mujer menuda y de edad mayor, pero potente y con aire cariñoso.
-Buena noche-salude a la mujer.
Ella entro luego que Manuel le diera paso. Esta entro y Manuel cerró la puerta.
-Soy María Josefina y soy la niñera-se anunció.
Me acerque a ella y le di la mano.
-Soy Sophia Carrión y él es mi hijo Manuel y la niña Federica está en su habitación. Federica no escucha, pero se puede comunicar a través de Manuel quien la comprende bien. Si ocurre un accidente o catástrofe-le entre dos hojas de papel- ahí están todos los números necesarios y locales, los números de las ambulancias, bomberos, hospitales, especialista en quemaduras, infecciones, en toxicacion…-dije, pero la mujer me interrumpió.
-¿Usted nunca los deja solo?-pregunto y negué con la cabeza.
Ellos estarán en mis manos-me aseguro y le creí.
-Tienen que acostarse antes de las 11:00 pm ni un minuto más y que Federica se bañe antes de dormir y que Manuel no se acueste tarde viendo televisión…-el timbre me interrumpió y Manuel abrió la puerta ya que aun permanecía junto a esta. Delante esta estaba Paris, hermoso como un dios Romano. Mi corazón se detuvo al ver aquel primer y único amor verdadero. Estaba vestido de etiqueta sin corbata y de su piel desprendía un olor imprimante que me invadió con locura.
-Buenas noches damas y chamaco-dijo y Manuel y el chocaron las manos.
-Hola-salude y la niñera hizo un gesto con la cabeza.
-Manuel porque no vamos a ver que se hace de cenar-le ordeno maría josefina a Manuel y ambos se fueron dejándonos solos. París no me quitaba los ojos de encima y me sonreía con descaro, pero mantenía el semblante de molesta.
-Te ves hermosa-me comento.
-Gracia-agradecí sonrojada.
-Ya veo por qué mi hermano se muere por estar contigo-susurro en voz baja.
Lo mire mal.
-No me hables de Kyle o me quede aquí-le advertí.
-Vale no pienso perder esta noche-me aseguro.
Le lance una mirada reprochante.
-Nos vamos-me dijo después de verme un rato.
-Si-dije fríamente-, pero debo despedirme de los chicos.
-Te acompaño-me dijo y nos despedimos de los chicos. Después de salir de la casa y de explicarle unos detalles a María josefina Paris me arrastro afuera de mi casa.
-Yo conduzco-le dije y Paris abrió los ojos como búho ya que en el pasado jamás me permitió conducir ya que le daba terror verme al volante.
No dijo nada, pero su expresión era preocupante. Conduje a exceso de velocidad, pero mantuve un control neutral en guía, pero eso no evito que este me mirara con miedo y sonriera con preocupación. Aun asustado no dejaba ser sexy.
-¿Dónde vamos a comer?-le pregunte y me dijo el lugar.-lo conozco.
-¿Siempre conduces así?-pregunto y me encogí la cabeza.
-Depende-
-¿Depende de qué?-pregunto.
-Si tengo que ir al hospital por una emergencia, pero si es ir a un lugar casual no conduzco así…
-¿Pero por que conduces así?-pregunto asustado.
-Porque eres tú-le dije y sonreí.
-Pilla-me espeto y le sonreí.
Llegamos a lugar y cuando se bajó se sintió mejor. Nos atendió un camarero y luego de pedir comenzamos a platicar. Bueno non platicar sino a que el me lanzaras preguntas personales.                         
-¿Siempre eres así?-me pregunto mientras bebía un sorbo de vino.
-Siempre-le asegure molesta.
-¿Qué edad tienes?-pregunto.
-28-dije de mala gana-, pero creo que he vivido más de lo que aparento. Supongo que tienes 33?-le pregunte sabiendo su edad.
Soltó una risita tonta y muy coqueta que me volvió loca.
-26, solamente esa edad-me aseguro.- ¿mi hermano me habla de mí?-pregunto curioso y negué con la cabeza.
Él se mostró decepcionado rápidamente.
-Su hermano y yo solo compartíamos una relación fuera de lo personal tanto que dudo que conozca mi segundo nombre-le dije y sonreí.
-¿Cuál es?-pregunto.
-Marie-le respondí.
-¿Porque su relación es de esa forma?-pregunto curioso mientras no quitaba los ojos de mis labios y ojos. Sin evitarlo me sonroje.
-¿Porque siempre me provoca?-me pregunte a mí misma.
-¿Porque es un dios?-susurro mi vocecilla mas oculta.
Me mordí el labio y decidí responder la pregunta de Paris.
-Porque soy como el aire-le indique.
-¿Como el aire?-pregunto si comprender mí respuesta.
-El aire no lo puedes atrapar aunque quisieras, no lo puedes abrazar, amarar o tan si quiere amar. Por eso digo que soy como el aire ya no hay nadie que me puede atar con otra…
-¿Jamás te has enamorado?-pregunto y rodeo los ojos.
-Todos hemos amado a alguien aunque sea una vez o me equivoco- susurre y bebí vino de la copa de sostenía en la mano.-yo me enamore de un chico más joven que yo y jamás volví hacer la misma. Si eso responde a tu pregunta, si eh amado con locura y desesperación y siempre me he sacrificado por el ser amado.
-¿Donde esta aquel amor?-pregunto.
-Buscándome tal vez o simplemente me olvido- susurre.-no lo ce y no deseo saberlo-dije mi mentira.
-¿Tú has amado?-pregunte.
-Si-dijo con orgullo- he amado y sigo amando a la misma mujer. La busco por mar y tierra ya que es la única que puede curar estas heridas y hace latir mi corazón.
Me quede cayada y me sentí sonroja. Los nervios comenzaban a traicionarme.
-¿qué te dijo tu hermano de mí?-pregunte cambiando el tema.
-Me dijo que eras su novia, pero no le creí ya…que eres mucho para el-dijo con descaro.
-Jamás lo fui-le contradije rápidamente.
Eso me hizo sentir alagado y algo ofendida por parte de Kyle.
-Solo teníamos…-comencé.
-Relaciones carnales-dijo de forma educada y asentí.
Bebí nuevamente del vino el sabor me quemaba la garganta.
-Pero aparentemente se enamoró de ti-me susurro.
No pude evitar arrugar el entrecejo molesta.
-Si el me amara no se revolcaría con nadie-le recordé.- además yo no quería que se enamorara de mí, se lo advertí desde el principio…
¿Tú lo amas?-me pregunto.
-Claro que no-dije tajantemente.
-¿Porque?-pregunto
-El amor es complicado-le dije.
-Todo es complicado-dijo y en ese momento vi que su rostro se volvía sobrio.
-¡Que!-exclamo al ver mi rostro curioso.
-¿Por qué pones esa cara?-le pregunte.
-Por qué el amor es complicado y nadie tiene la remota idea-susurro.
Deseo tenerla-dije y saque de mi bolso un cigarrillo y un encendedor plata con la inicial C. parís me miro detenidamente mientras yo lo encendida y lo fuma con naturalidad.- quiero comprenderte…
-¿Porque fumas?-me pregunto molesto por mi acción.
-Porque me gusta-respondí tajante.
-¿Porque te gusta?-pregunto traspasándome con sus ojos verdes y quemándome la piel con su seducción.
-Porque el sabor y la sensación me tranquiliza-explique molesta por sus preguntas.-, ya me puedes responder a mi pregunta.
-Sí, pero si dejas de fumar-pidió y lo mire molesta. No dije nada y seguí fumando mi cigarrillo en silencio sin dirigirle la palabra, cuando finalmente termine lo apague echándolo en mi copa de agua. No mire esperando por su respuesta y en sonrió tranquilamente.-el amor es complicado para mí porque lo tuve delante de mis ojos y lo deje ir. No vi las señales. Tenía la chica de mi sueños y la deje ir, sé que debo hallarla por que tiene algo que ella misma no puede ver que es la capacidad de amar y sentir con libertad que ambos podemos expresar sin temor. Supongo que la asuste o cometí un leve error-susurro mirando la cola del cigarrillo flotar en la copa de agua.-ahora dime tu ¿Por qué en el amor eres así?
-¿cómo?-pregunte sin comprender.
-Fría, como si el amor fuera un tema prohibido y a la antigua-explico.-como si lo odiaras…
-Yo no odio el amor-dije ofendida y sonrojada.-solo que a mí me rompieron el corazón cuando era más joven y fui una niña mala que le rompí el corazón a un chico bueno-explique sin mirarlo a los ojos y mirando el plato vacío que tenía delante de mí-eso me hizo ser la mujer que soy, fría y cruel, pero aun así salvo vidas. Soy buena en lo que hago. No ame a su hermano ya que amo a otro y él sabía que yo no lo podría amar-aparte los ojos de plato y volví a beber vino hasta beber todo lo que quedaba. Volví a poner la copa donde estaba.me seque los labios con cierta educación y elegancia, sin poder evitarlo mire a parís quien me miraba con ojos de deseo.
Háblame de ti-le pedí fingiendo no sentir nervios a causa de su mirada.
-¿Qué quieres que te diga?-pregunto.
Me mordí el labio y pregunte:
-¿Tienes hijos?-
-Si-respondió y sonrió alegremente. Yo solamente puse una cara de horror pudo tener un hijo y con otra mujer. Ya tenía lo que yo no le pude dar.-adopte a una niña en Kenya hace 7 años-me relato orgulloso y saco su billetera para luego mostrarme una fotografía. En la fotografía estaba una niña tomada de los brazos de parís. La niña de 8 años, tenía la piel morena, ojos como la miel derretida y una linda sonrisa. Ambos se veían felices como si ambos fuera parten del uno y del otro.-se llama juliana, la nombre por Julieta.
Mi estómago retuvo a causa de los nervios y le entre la fotografía rápidamente- es hermosa-le indique sin mirarle a los ojos. París la guardo y me sonrió.
Sentí en mi corazón que debía ser padre desde hacía años-me dijo y se sonrojo.-desde que tenía 17 años sentí ese llamado una mañana de marzo-mi corazón salto ya que para esa fecha había nacido William Paris, mi pequeño bebe- y despedí adoptar, pero ciertos inconvenientes termine en áfrica. Cuando la vi quede maravillado con Juliana ya que tenía los ojos de Julieta-dijo y en efecto sabía que era verdad ya que tenía algo que yo tenía en mis ojos. Esperanzas…
Sentí un júbilo al ver que al menos parís hacia alguien feliz debido a mi ausencia.
-¿Julieta es?-pregunte con indiferencia y el mesero nos trajo la comida, cuando el hombre se fue volvimos a platicar.
-Es el amor de mi vida-dijo con orgullo y miro mi plato con asombro-¿comerás eso?-pregunto y ambos vimos mi plato del cual tenía carne término medio, papa asada, vegetales cocidos y trocitos de tocino con queso rallado.
-Si-dije sin verle la molestia y mire su plato del cual tenía una ensalada simple y carne muy cocida.
-Eres mujer-susurro con duda.
-Si lo soy- dije y solté una risita.
París me miro con asombro absoluto.
-Me gusta tu risa-me indico-, no dejes de reírte ya que he quedado maravillado con ella...-dijo y deje de reírme.
-¿Si encontraras a tu amor que piensas hacer?-pregunte haciendo guillos en “amor”.
París comenzó a picar la carne con delicadeza y se comió un trozo de carne.
Yo lo imite esperando respuesta, después que este mastico y trago me respondió.
-No lo sé, aun me pregunto qué será de ella, si es feliz, si está casada-susurro mirándome detenidamente- yo la amaba y la amo, pero no fue suficiente para ella, supongo que la estaba asfixiando…
-No te culpes-susurre repentinamente y le ofrecí mi mano derecha, pero al ver mi acto la retire repentinamente ofendida de mi misma.
Suspiro y sentí ganas de consolarlo por mis errores y estupideces. Ya que todo lo que le sucedería era por mi culpa. Debía enmendar mis errores ya que yo los había causado, pero no revelaría mí identidad. Pero la gran pregunta sería como podría hacer eso si lo que él deseaba era YO.
Luego de comer y de platicar de mi trabajo nos fuimos a casa. Despache a la niñera y verifique que todo estuviera en orden. Los chicos dormían plácidamente mientras yo me despedía de Paris.
-¿Admite que te divertiste?-me pido saber.
-No lo sé-respondí tranquilamente. Ambos estábamos en el umbral de la puerta. Yo estaba descalza y sostenía mis tacones mientras hablábamos como amigos. Viejos amigos del pasado.-te diré un día que no se hoy-le indique.
-Vale, pero al menos despídete como las personas normales-me dijo y me beso en la mejilla dejando me helada y cortándome la reparación.
Después que se fue, cerré la puerta con seguro. Me acosté en el mueble sin quitarme el vestido y dejando lo zapatos en el suelo. Sin proponérmelo me deje caer en los brazos de Morfeo.













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