La decisión
-Hola mis
amores-saludo cuando mis hijos corren a mi encuentro.
Yo visto de
manera casual y sencilla, vestía de un vestido de flores y usaba unas
zapatillas verdes. Mi cabello estaba rizado y mis lentes de contactos obstaculizaban
el color natural de mi cabello.
Los tres estábamos
en el vestíbulo del colegio abrazándonos y riéndonos.
-Hola mama- me
saluda Manuel.
-¿Cómo están?-les
pregunto ambos.
-Estamos
bien-responde Manuel y observo a Federica quien por señas me confirma los mismo.-
¿tu como estas mama?-me pregunta mi hijo.
Suspiro y los
miro a ambos.
-Debo hablar
con ustedes-le indico.-, es mejor ir a otro lugar.- digo mientras caminamos a
fuera.
Ellos me siguen
y terminamos en un prado alejado del colegio.
-¿Que
sucede?-pregunta Federica con señas.
-¿Ustedes
quieren vivir conmigo?-les pregunto y ellos asiente.- posiblemente nos tengamos
que mudar de Espana…
-¿Porque?-me
pregunta Manuel.
-Ya mi tiempo
en España acabo y pienso volver a mi hogar, solo les pregunto si ¿quieren ser
parte de ellos?-les pregunto.
Ellos se miran
entre sí sin decir nada.
-Iremos a donde
tu vayas-me dice Manuel y sin contenerme los abrazo con todo el amor que les
puedo dar, pero recuero otro detalle.
-Tampoco le he
dicho la verdad-le susurro.-, mi nombre no es sophia Carrión y esta no soy yo realmente-les indico mientras
me quito los lentes de contactos.
-Tus ojos son
hermoso-me dice Manuel.
-Gracias-agradezco
avergonzada.
-¿Porque te
ocultas?-pregunta Federica con señas.
-Porque soy una
cobarde y siento que debo volver a mi vida. Quiero ser feliz y quiero que
ustedes sean parte de esa vida. Cuando vuelva a casa podrán conocer a la abuela
y a sus tíos. También podrán tener una familia más grande, pero para tenerlo es
más difícil y cruel de lo que creen.
-¿Qué piensas
hacer mama?-me pregunta Manuel.
-Matar a sophia
y ser la mujer que debí ser desde el principio. Sé que tienen muchas preguntas,
pero debe confiar en mí. Prometo decirle toda la verdad un día, pero por ahora
no puedo-explique.-, solo necesito su apoyo y que guarden el secreto.
-Tiene nuestro
apoyo mama-me dice Manuel.
-Te amo-me dice
Federica.
-Yo también los
amo-le digo a ella por mediante de señas.
-¿Cuál es el
plan?-preguntan y les explico el plan que tenía Theodore.
Después de
pasar tiempo con mis hijos volví a la estación para tomar el tren para volver a
casa.
Cuando el tren arribo,
me volví a poner unos lentes de contacto nuevos y espere a parís, pero este jamás
llego.
Enojada por su
actitud tome un taxi que me llevara a casa.
Le pague al
taxista y me baje del auto con una maleta y un bolso de mano.
Entre a la casa
y comprendí que algo no estaba sola. Deje las cosas en el sofá y me dirigí al
ruido que se escuchaba en la cocina.
Una chica con
una caballera rubia tomaba él te distraídamente.
-¿Quién te dejo
entras?-le pregunto a Demy enojada.
-Grant-responde
con indiferencia.- ¿cómo te fue?-pregunta.
-Interesante-le
comunico.- ya tome mi decisión y tengo que ir hablar con Theo al respecto.
-¿Iras a
hora?-pregunta y niego con la cabeza.
-Iré mas tarde,
debo descansar. ¿Por cierto donde estas durmiendo?-le pregunto.
-En la
habitación de Federica-responde.
-Iré a dormir-le
anuncio y me voy a mi habitación.
Luego de darme
un baño me acobije en mi cama para descansar el tiempo que fuera necesario.
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Toque dos veces
la puerta de Theo y este respondió con un “pasa”.
Entre en la
habitación y cerré la puerta después de pasar.
-Hola-salude a
Theo y este no me respondió.- ¿qué te pasa?-le pregunto estando de pie.
No me dice
nada.
-Theo-empiezo acercándome
a su lado.
-¿Qué quieres
que te diga sophia?-exige enojado mirándome a los ojos.-, estoy frustrado. No
supe nada de ti y creí que me abandonarías por parís. Pensé que no me amabas y
que todo esto fue nada importante para ti….
-Claro que eres
importante, todo esto es importante. No volví porque creí que debía despedirme
de Jonathan y debía hablar con mis hijos sobre lo que pienso hacer. Antes que
digas otra palabra te elijo a ti porque te amo y quiero pasar mi vida a tu lado
Theobaldo. Me despedí de parís….-explique y me senté a su lado.
-¿Te entregaste
a prince?-pregunta dolido.
-Si-respondo
con total franqueza.
-¿Cómo te hizo
sentir?-pregunta sin mirarme a la cara.
-Como si fuera
ser la última vez, fue un suspiro de ese amor que no volverá a nacer entre ambos.
Él tiene su vida y yo tengo la mía, mi vida la quiero a tu lado Theobaldo. Lo
que sucedió fue algo que yo necesitaba, tenía que sacarme todo del sistema para
poder pensar mejor. Le conté parte de la verdad y todo resulto mejor de lo que
hubiera esperado, supongo que estoy preparada para una nueva vida para
mi.-explique.
-¿Lo
amas?-pregunta y asiento.
-Sí, pero no
significa desee estar con el Theo-le recuerdo.
-¿Me amas?-pregunta
tristemente.
-Mucho, para
cometer todas las locuras a tu lado-le confieso y el me mira a los ojos.
-¿Durante el
tiempo que estuviste con parís deseaste rechazar mi plan?-pregunta y niego con la cabeza.
-Desde que
acepte que me había enamorado de ti comprendí que mi vida te pertenecía-confieso
y siento el atrevimiento de formular una pregunta que estaba en un rincón de mi
cabeza.- ¿Cómo te sientes con todo lo que sabes?
-Celoso, irritado,
enojado, envidioso e impotente-me dice con todo la frialdad.-, yo hubiera
matado por ser quien te hiciera olvidar tu propio nombre con cada embestía.
Hacerte mía una y otra vez hubiera sido perfecto para mí, pero no pude porque
no eres mía y ya no eres de prince….
-Soy tuya-le
aseguro con la voz seria.
-Si eres mía no
te compartiré con ningún hombre-me asegura.-, yo nunca comparto lo que es mío…
-Acepto-le interrumpo.
-¿Me
amas?-pregunta.
-Te amo
Theobaldo Molinarri-confieso
-Solo me falta
hacerte una leve pregunta-dice este para sí mismo y observo que introduce la
mano que no tiene el suero debajo de las sabanas. Saca lentamente una cajita
negra y me la entrega.
La tomo con los
dedos temblorosos.
-Ábrela-ordena
y obedezco. La abro y dejo escapar un grito de asombro. Dentro de la caja se
encontraba un anillo de oro blanco con un diamante en forma de corazón incrustado
y alrededor de este esmeraldas incrustadas. Aquel anillo era más hermoso de lo
que me había obsequiado Jonathan cuando nos habíamos comprometido.- ¿deseas casarte conmigo?-pregunta
y siento como mi corazón late con violencia.
-Theo…-comienzo
articular y mi mente me arrastra a mi juventud.
Jonathan entro
a la habitación con una caja en la mano.
Este me echo un
vistazo y sonrió.
-Estas más
tranquilas- no era una pregunta si no una afirmación y asentí.
Jonathan cerró
la puerta y se acercó a mi lado.
-¿Que tiene la
caja?-pregunte al ver que sostenía una caja pequeña.
-Es una sortija de matrimonio-respondió y se
sentó a mi lado.
-¿Donde la sacaste?-pregunte
con nerviosismo.
-Es la sortija
que mi padre le dio a mi madre-. Me explico
-No puedo
aceptarla-murmure con tristeza- esa sortija no me pertenece.
Jonathan negó
con la cabeza.
-Esa sortija te
pertenece, porque serás mi esposa y esa la mejor manera para ocultar mi
homosexualidad. Mis padre me rechazarían si supieran lo que soy, así que tanto
como tú me necesitas yo te necesito. –Dijo con vergüenza Jonathan.- mi padre se
decepcionara si no la usas- murmuro y una sonrisa triste apareció en su rostro.
-¿Se lo dijiste
a tu padre?-pregunte con voz ronca.
-Si-respondí.
-¡Oh por
Dios!-exclame.
Jonathan soltó
una risita por mi reacción.
-No te rías –
le musite ofendida.
-¡Hay
Amelia!-exclamo.
Sus ojos me
traspasaron por un segundo y comprendí que estaba nervioso.
-Mi padre
quiere entregarte en el altar-me conto y continuo- y mis dos mejores amigos
pueden ser mis padrinos de honor-me explico.
-Ummmmmm…-murmure
sin conseguir decir al menos una palabra.
-Como es
tradicional te lo quiero pedir…-continuo ignorando mi expresión de sorpresa.
- Jonathan no
creo que no es una excelente idea, tú eres
homosexual y tu vida no debe ser tan horrible por mi culpa. Tú no
quieres casarte conmigo…- dije, pero él me interrumpió.
-Amelia quiero
ayudarte y quiero ser el padre de tu hijo- me aseguro.-, como se ve ser
tradicional voy a pedírtelo.
Me tomo de la
mano izquierda y me miro a los ojos.
-¿Amelia quieres
casarte conmigo?-me pregunto.
Observe sus
ojos por un lapso de tiempo indefinido.
Yo no me quería casar, pero que otra salida
tenia. Era casarme con mi amigo o decir la verdad. La cruel verdad que yo
estaba embarazada de Paris y no Jonathan. Mi vida era una locura sin amor y con
dolor, porque no arriesgarse a la mentira y dejar la verdad a un lado.
Jonathan era un
buen chico y prácticamente él no me podría hacer daño. No me podría hacer un
daño peor del cual ya me han hecho. Yo sabía que con Jonathan todo saldría
mejor.
Debía aceptar
ya que mi hijo tendría un apellido, un padre y una familia buena, humilde y
respetable.
-Si-dije con
una voz tranquila y deje atrás la preocupación.
Jonathan abrió
la caja y con un simple chasquido dejo que me embelesara con asombro al ver la
sortija de compromiso.
Era lo más
hermoso que había visto en mi vida. La sortija era un aro de plata con un
diamante brillante y con un corte perfecto. Mil colores deslumbraba sobre aquel
diamante que parecía haber robado aquellos colores del al arco iris. En ese
segundo quise tener aquella joya en mi dedo y mostrarla al mundo entero.
Por primera vez
desee haber hecho las cosas como Dios manda, enamorarme de Paris, casarme con
Paris luego de haber terminado los estudio y tener una familia adorable, pero
no. todo lo que había hecho era más que locuras irremediables y difícil de
olvidar. Aunque hubiera hecho tales cosas, estas me condujeron a tener dentro
de mí un ser hermoso y bello que anhela tener en mis brazos.
Jonathan me
soltó la mano izquierda, saco el anillo de la caja y luego dejo la caja sobre
la cama. Nuevamente con delicadeza me tomo la mano izquierda. Sin esperar otro
latido mío introdujo aquella hermosa joya en mi dedo índice.
-Te queda a la
perfección-comento Jonathan.
-Es
hermoso-susurre luego de que Jonathan me besara la mano con gesto
caballeroso.-, gracias Jonathan-. Agradecí y volví a observar el diamante con
asombro y lujuria.
-Mañana te
esperare en el altar- me dijo Jonathan.
-Recuerda que
yo seré la de blanco- le dije con una sonrisa en el rostro y ocultando cualquier
emoción negativa en los ojos.
Ambos nos
quedamos viendo aquella joya en mi dedo y supimos que todo sería distinto. Ya
no volveríamos a mirar atrás y que una vida estaba creciendo dentro de mí con
cada latido de mi corazón.
Theo… si, acepto
ser tu esposa-respondo volviendo a la realidad.
No tenía
ninguna duda para dar mi respuesta, Theo era todo lo que yo deseaba en aquel
momento. La situación era distinta y no tenía la obligación de decir si, podía
decir si porque mi corazón lo demandaba. Podía decir si porque no tenía miedo
de ser rechazada por Theo, podía decir que si porque sabía que junto a Theo no
tendría miedo de lastimarlo y podía decir que si porque lo amaba de corazón.
Este me mira
perplejo y deja escapar una sonrisa triunfal.
-¿Es un sí?-pregunta
nuevamente.
-Si…si… si…-le
aseguro y este se abalanza sobre y comienza
a besarme el rostro y los labios.
-Te amo-me dice
cuando nos separamos.
-Yo también-le confieso.
Theo toma la cajita de mi mano y saca mi sortija de compromiso.
-Soy
feliz-admite mientras introduce el anillo en mi dedo y luego me besa los
nudillos.
-¿A pesar de
todo?-le pregunto.
-Si-respondió.
-¿Porque?-pregunto.
-Te amo y
quiero hacerte feliz. Yo fui quien te empujo a caer en los brazos de prince y
te hizo comprender tu amor por mí. Porque aceptaste ser mi prometida porque me
amas y me elegiste a mí y no a prince.-explica y soy yo quien lo besa apasionadamente.
Sus manos
recorre me espalda y sus labios besan mis labios, mi cuello y mi clavícula.
-Ah-gimo y este
se aparta de mí.
-Esta noche no sucumbirás
ante mí-me asegura y hago un puchero.-, quiero esperar a la luna de miel.-confianza
mirándome a los ojos.
-Está bien-digo
algo enojada.
-¿Te
duele?-pregunta al ver mi muñeca y me encojo de hombros.
-Ya no
duele-murmuro y hago una mueca al recordar que golpea a Kyle.
-Aun así quiero
besarte-me indica y vuelve a besarme hasta quitarme el aliento.
Después de
pasar tiempo con Theo visite a Nick del cual me relato lo sucedido en el
carnaval, pero evitando detalles que ya yo sabía.me prometió amar de verdad a
magdalena con toda su vida y a la criatura que crecía en su vientre.
Durante los
siguientes semanas la relación entre Theo y yo fue pura discreción y
profesionalismo. Ambos queríamos mantener en anonimato nuestro compromiso y por
ende mi anillo de compromiso estaba resguardada en mi caja fuerte esperando
estar en mi dedo.
Nicholai estaba
demasiado ocupado con su boda y
magdalena para pasar tiempo conmigo. Las veces que nos habíamos visto fueron
para tomar un café en mi tiempo libre o para que ayudara en la boda. Ser la
dama de honor era de lo más desagradable porque magdalena no paraba de tratarme
fríamente y con cierta crueldad.
No comprendía
porque su trato hacia mí y yo no hacía nada para detenerla. Tampoco era la
única que se comportaba de manera extraña también lo hacia Algarín. Ya no
trabaja como antes en el hospital y por lo que pude averiguar por su hermana no
me daba mucha gracia. Algarín había terminado en la bebida para olvidar un amor
que yo desconocía y este no permitía que yo lo ayudara.
Demy vivía en
mi casa para hacerme compañía, ayudarme a empacar y sobre todo a organizar mi
boda con su hermano. Cuando Demy no estaba conmigo o haciendo alguna locura
salía con Grant. Ambos se habían enamorado de manera sorpresiva luego del carnaval
y para esperarse a Theo no le hizo mucha gracia, pero gracias a mí no intervino
en la relación de ellos.
Mis hijos me enviaron
2 cartas cada uno manteniéndome al tanto de los sucesos en el colegio. Ambos
esperaban mi señal para irnos de España, pero yo no podía asegurar el día hasta
darle el alta a mi amado.
Mis residentes,
bueno los que quedaban. Porque muchos había fracasado y algunos fueron cambiados a otro hospital debido a que
prince había sido despedido por razones administrativa. Solo tenía 4 residentes
a los cuales no veía debido a que les había dado al semana libre para repasar
para los exámenes.
-¿Que deseas
hacer con estos libros?-pregunta Demy mientras entro a mi oficina.
hola-saludo
sorprendido de verla ahí.
Ella me saluda
con la mano.
-Empacarlos-murmuro
al ver varias cajas vacías sobre mi escritorio.
-Claro-dijo
esto mientras tomaba varios libros de mi librero.-enviare estas cajas a la casa
nueva.
La casa nueva
era la casa que había comprando mi futuro esposo para tener una familia y para
todos juntos, pero yo no sabía que casa era y todo lo demás. Nadie me quería
informar ya que era una sorpresa según me había dicho Demy.
-¿Te vas a
llevar los cuadros?-me pregunta y asiento.-como esta Theo?-pregunta mientras la
ayudo a recoger los libros de mi libreo y colocarlos en las cajas vacías.
-Está
durmiendo-respondo.-, aún tiene dolor y ordene que lo sedaran un poco.
-¿Cómo te
sientes con respecto al compromiso?-me pregunta Demy mientras tomo unos libros.
-Mejor de lo
que hubiera esperado-admito mirándola a los ojos azules.-, no fue como la
primera vez. Tengo tiempo para conocerlo, amarlo y aprovechar lo que tengo aquí
antes de todo. El saber que Theo me ama y el hecho que quiera pasar su vida
conmigo y mis hijos es mucho que hubiera esperado.-aparto mis ojos de los suyos
y continuo guardando libros.- ¿qué opinas tú?-le pregunto.
-Es la primera
vez que lo veo feliz, si él es feliz yo también lo soy-murmura esta con una
sonrisa que pude notar en su rostro.- ¿cuándo podremos elegir tu vestido de
novia?
-Porque mejor
no lo diseñas tú-le pido.
-¿Lo dices
enserio?-pregunta y comienza a dar saltitos.
-Claro-murmuro
al ver que ella también es feliz.
Alguien toco la
puerta y ambas nos alarmamos.
-¿Quién
es?-pregunte.
-Soy
Grant-responde y veo como a Demy se le ilumina el rostro.
-Pasa-murmuro.
Grant entra y
me saluda con la mano.
-Hola
Demitria-saluda a mi cuñada mientras se acerca a su lado.
Ella le da un
beso que toma por sorpresa a mi guarda espalda.
Me siento
incomoda por estar en un ambiente cargado iones por esos dos.
-Voy a comprar
un café a la cafetería que está delante-anuncio rápidamente.-, ¿desean
algo?-pregunto, pero los dos me ignoran.- consigan un cuarto-susurro algo
sonrojada.
Salgo de mi
oficina y tomo las escaleras para poder borrar aquella imagen de mi cabeza,
peor algo me detiene antes de llegar al siguiente piso.
-¿Cómo es
posible que en hagas esto magdalena?-le exige saber una voz masculina.
Siento las
ganas de huir, pero algo me dé tiene.
La curiosidad
humana.
-¿Quién era
aquel hombre?-me pregunte a mí misma.
-¿Hacer que
Iván?-pregunta con desdén magdalena.
-¿Iván?-pregunte
pensativa y comprendí lo obvio.- ¿qué hacía Iván Algarín con Magdalena?
-Casarte con
prince sabiendo que el hijo que espera no es tuyo-le dice este con enojo.-ese
bebe es mío.
Mi corazón se
detuvo y sentí que no volvería a latir.
Magdalena era
aquella mujer que tenía a Algarín con mal de amores, ellos habían asistido
juntos al carnaval anterior y ellos se veían en secretos de la misma manera que
una vez hicimos Kyle y yo.
-No tienes
prueba de eso-le dice ella con nerviosismo.
-No tengo
prueba, pero con una sola muestra de ADN de tu bebe podre saber si ese bebe es mío.-
-No voy a dejar
que le pongas una mano a mi bebe-susurro esta y casi no la pude escuchar.- y tampoco
voy a dejar que arruines mi boda.
-Eres una mujer
mala-dice este con la voz rota.-, te amo y no notas eso. Solo fui un juego para
ti y nada más.
-Ese es el
problema que no fuiste nada para mí-le dijo ella con repugnancia.- solo fuiste
parte de un plan…
-¿Porque prince
y no yo?-le pregunta este.
-Él tiene algo
que no tienes tú-le dijo esta con una risa macabra.
-¿Qué es lo que
tiene el?-pregunto.
-Dinero, fama,
belleza, historia y sobretodo un lugar en el mundo.-le dijo esta con
desprecio.-tú no tienes madera para tener todo eso.
-Por eso te embarázate
apropósito-dijo este de repente.
-Claro, ¿cómo
creías que me quitaría a Carrión del camino?-murmura esta.-, eres más tonto de
lo que creía.-Prince esta enamorado de Carrión y no podía permitir que ella me
lo quitara, para estar segura que Nicholai cumpliría su palabra deje que la
estúpida de Carrión fue la dama de honor.
-Eres un
monstruo-le espeto este a ella.
Ella vuelve a
reírse.
-Aléjate de mí
o lo lamentaras-le advierte y acto seguido escucho una puerta abrirse y unos
pasos aproximarse a donde yo estaba.
Mi cerebro
reacciono rápidamente y abrí la puerta en el piso que yo estaba. El pasillo
estaba desierto y no había nadie que pudiera encontrarme. Camine fingiendo
indiferencia al elevador más cercano para recuperarme de todo la información
que yo poseía en mi poder.
Tenía que
encontrar a Nicholai y contarle la verdad.
Tome mi celular
y marque su número, pero no respondió.
-Maldición-gruñí.
Volví a mi
oficina para tomar mi bolso y mi chaqueta debido aquel día afuera hacia frio.
Demy ni Grant estaba
por esos lares cuando fui a buscar mis cosas.
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Toque varias
veces la puerta del apartamento de Nicholai hasta que este me abrió.
-¿Que
sucede?-pregunta al ver mi rostro ansioso.
-Magdalena está
embarazada de otra persona-le dije al verlo.
-¡Que!-exclama
este sin dar crédito lo que yo le decía.
-Todo es una
falsa-le digo.
-Antes que
sigas hablando entra adentro-me ordena y hago lo que me dice.
El cierra la
puerta después que estamos adentro.
Deje mi bolso y
mi chaqueta sobre la mesita que había en el vestíbulo.
Me dirigí a la
sala.
-¿Que sucede?-pregunta
preocupado.
-El hijo de
magdalena es de Algarín-digo con histeria.
-¿Cómo puedes
decir eso?-pregunta alarmado.
-Yo misma la escuche
con mis propios oídos.-le asegure mirándolo a los ojos y le conté lo que
escuche en las escaleras.
-MIENTES-me
grito.-, no puedes decir que magdalena me engaño cuando estamos a punto de casaron.
Que él bebe que me tiene totalmente enorgullecido y lleno de esperanza no es mío.
Ellos nunca han tenido nada, Algarín es un hombre demasiado raro para estar con
magdalena. Eres una egoísta y una mentirosa sophia…
Solté una
cachetada.
-Soy tu amiga y
quiero lo mejor para ti-murmuro ofendida y con la mano adolorida.- eres un
idiota, ella solo juega contigo por tu dinero…
-Ella no es así,
no la conoces. Eres una mujer que no puede ver la felicidad de los demás.
Quiero ser feliz con magdalena cueste lo que me cueste, ya perdí a Julieta…
-Y me perdiste
a mí-susurre con el corazón roto.-, debí quedarme callada y no decir nada.
-Sophia…-comienza.
-Escúchame-pido
sintiendo un dolor en mi pecho.- voy a ir a tu boda, pero después de eso no
quiero volver a ser parte de tu vida.
-Sophia entiéndeme-pide
enojado acercándose a mi lado.
-No-me aparto
de su lado.-, déjame.
Me alejo de su
lado y tomo mis cosas.
-Adiós-murmure
y me fui dejando algo en ese apartamento.
Mi amor por
parís, mi amor por Nicholai prince.
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Se lo dedico aquellos enamorados.... aquellos que dijeron SI y lo dieron todo.
HAPPY V. DAY'S-TARDE LO SE!!
Elenatrix