viernes, 21 de febrero de 2014

La Mujer Que Quiero Tener "Capitulo 19"


La decisión
-Hola mis amores-saludo cuando mis hijos corren a mi encuentro.
Yo visto de manera casual y sencilla, vestía de un vestido de flores y usaba unas zapatillas verdes. Mi cabello estaba rizado y mis lentes de contactos obstaculizaban el color natural de mi cabello.
Los tres estábamos en el vestíbulo del colegio abrazándonos y riéndonos.
-Hola mama- me saluda Manuel.
-¿Cómo están?-les pregunto ambos.
-Estamos bien-responde Manuel y observo a Federica quien por señas me confirma los mismo.- ¿tu como estas mama?-me pregunta mi hijo.
Suspiro y los miro a ambos.
-Debo hablar con ustedes-le indico.-, es mejor ir a otro lugar.- digo mientras caminamos a fuera.
Ellos me siguen y terminamos en un prado alejado del colegio.
-¿Que sucede?-pregunta Federica con señas.
-¿Ustedes quieren vivir conmigo?-les pregunto y ellos asiente.- posiblemente nos tengamos que mudar de Espana…
-¿Porque?-me pregunta Manuel.
-Ya mi tiempo en España acabo y pienso volver a mi hogar, solo les pregunto si ¿quieren ser parte de ellos?-les pregunto.
Ellos se miran entre sí sin decir nada.
-Iremos a donde tu vayas-me dice Manuel y sin contenerme los abrazo con todo el amor que les puedo dar, pero recuero otro detalle.
-Tampoco le he dicho la verdad-le susurro.-, mi nombre no es sophia Carrión y  esta no soy yo realmente-les indico mientras me quito los lentes de contactos.
-Tus ojos son hermoso-me dice Manuel.
-Gracias-agradezco avergonzada.
-¿Porque te ocultas?-pregunta Federica con señas.
-Porque soy una cobarde y siento que debo volver a mi vida. Quiero ser feliz y quiero que ustedes sean parte de esa vida. Cuando vuelva a casa podrán conocer a la abuela y a sus tíos. También podrán tener una familia más grande, pero para tenerlo es más difícil y cruel de lo que creen.
-¿Qué piensas hacer mama?-me pregunta Manuel.
-Matar a sophia y ser la mujer que debí ser desde el principio. Sé que tienen muchas preguntas, pero debe confiar en mí. Prometo decirle toda la verdad un día, pero por ahora no puedo-explique.-, solo necesito su apoyo y que guarden el secreto.
-Tiene nuestro apoyo mama-me dice Manuel.
-Te amo-me dice Federica.
-Yo también los amo-le digo a ella por mediante de señas.
-¿Cuál es el plan?-preguntan y les explico el plan que tenía Theodore.
Después de pasar tiempo con mis hijos volví a la estación para tomar el tren para volver a casa.
Cuando el tren arribo, me volví a poner unos lentes de contacto nuevos y espere a parís, pero este jamás llego.
Enojada por su actitud tome un taxi que me llevara a casa.
Le pague al taxista y me baje del auto con una maleta y un bolso de mano.
Entre a la casa y comprendí que algo no estaba sola. Deje las cosas en el sofá y me dirigí al ruido que  se escuchaba en la cocina.
Una chica con una caballera rubia tomaba él te distraídamente.
-¿Quién te dejo entras?-le pregunto a Demy enojada.
-Grant-responde con indiferencia.- ¿cómo te fue?-pregunta.
-Interesante-le comunico.- ya tome mi decisión y tengo que ir hablar con Theo al respecto.
-¿Iras a hora?-pregunta y niego con la cabeza.
-Iré mas tarde, debo descansar. ¿Por cierto donde estas durmiendo?-le pregunto.
-En la habitación de Federica-responde.
-Iré a dormir-le anuncio y me voy a mi habitación.
Luego de darme un baño me acobije en mi cama para descansar el tiempo que fuera necesario.
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Toque dos veces la puerta de Theo y este respondió con un “pasa”.
Entre en la habitación y cerré la puerta después de pasar.
-Hola-salude a Theo y este no me respondió.- ¿qué te pasa?-le pregunto estando de pie.
No me dice nada.
-Theo-empiezo acercándome a su lado.
-¿Qué quieres que te diga sophia?-exige enojado mirándome a los ojos.-, estoy frustrado. No supe nada de ti y creí que me abandonarías por parís. Pensé que no me amabas y que todo esto fue nada importante para ti….
-Claro que eres importante, todo esto es importante. No volví porque creí que debía despedirme de Jonathan y debía hablar con mis hijos sobre lo que pienso hacer. Antes que digas otra palabra te elijo a ti porque te amo y quiero pasar mi vida a tu lado Theobaldo. Me despedí de parís….-explique y me senté a su lado.
-¿Te entregaste a prince?-pregunta dolido.
-Si-respondo con total franqueza.
-¿Cómo te hizo sentir?-pregunta sin mirarme a la cara.
-Como si fuera ser la última vez, fue un suspiro de ese amor que no volverá a nacer entre ambos. Él tiene su vida y yo tengo la mía, mi vida la quiero a tu lado Theobaldo. Lo que sucedió fue algo que yo necesitaba, tenía que sacarme todo del sistema para poder pensar mejor. Le conté parte de la verdad y todo resulto mejor de lo que hubiera esperado, supongo que estoy preparada para una nueva vida para mi.-explique.
-¿Lo amas?-pregunta y asiento.
-Sí, pero no significa desee estar con el Theo-le recuerdo.
-¿Me amas?-pregunta tristemente.
-Mucho, para cometer todas las locuras a tu lado-le confieso y el me mira a los ojos.
-¿Durante el tiempo que estuviste con parís deseaste rechazar mi  plan?-pregunta y niego con la cabeza.
-Desde que acepte que me había enamorado de ti comprendí que mi vida te pertenecía-confieso y siento el atrevimiento de formular una pregunta que estaba en un rincón de mi cabeza.- ¿Cómo te sientes con todo lo que sabes?
-Celoso, irritado, enojado, envidioso e impotente-me dice con todo la frialdad.-, yo hubiera matado por ser quien te hiciera olvidar tu propio nombre con cada embestía. Hacerte mía una y otra vez hubiera sido perfecto para mí, pero no pude porque no eres mía y ya no eres de prince….
-Soy tuya-le aseguro con la voz seria.
-Si eres mía no te compartiré con ningún hombre-me asegura.-, yo nunca comparto lo que es mío…
-Acepto-le interrumpo.
-¿Me amas?-pregunta.
-Te amo Theobaldo Molinarri-confieso
-Solo me falta hacerte una leve pregunta-dice este para sí mismo y observo que introduce la mano que no tiene el suero debajo de las sabanas. Saca lentamente una cajita negra y me la entrega.
La tomo con los dedos temblorosos.
-Ábrela-ordena y obedezco. La abro y dejo escapar un grito de asombro. Dentro de la caja se encontraba un anillo de oro blanco con un diamante en forma de corazón incrustado y alrededor de este esmeraldas incrustadas. Aquel anillo era más hermoso de lo que me había obsequiado Jonathan cuando nos habíamos  comprometido.- ¿deseas casarte conmigo?-pregunta y siento como mi corazón late con violencia.
-Theo…-comienzo articular y mi mente me arrastra a mi juventud.
Jonathan entro a la habitación con una caja en la mano.
Este me echo un vistazo y sonrió.
-Estas más tranquilas- no era una pregunta si no una afirmación y asentí.
Jonathan cerró la puerta y se acercó a mi lado.
-¿Que tiene la caja?-pregunte al ver que sostenía una caja pequeña.

 -Es una sortija de matrimonio-respondió y se sentó a mi lado.
-¿Donde la sacaste?-pregunte con nerviosismo.
-Es la sortija que mi padre le dio a mi madre-. Me explico
-No puedo aceptarla-murmure con tristeza- esa sortija no me pertenece.
Jonathan negó con la cabeza.
-Esa sortija te pertenece, porque serás mi esposa y esa la mejor manera para ocultar mi homosexualidad. Mis padre me rechazarían si supieran lo que soy, así que tanto como tú me necesitas yo te necesito. –Dijo con vergüenza Jonathan.- mi padre se decepcionara si no la usas- murmuro y una sonrisa triste apareció en su rostro.
-¿Se lo dijiste a tu padre?-pregunte con voz ronca.
-Si-respondí.
-¡Oh por Dios!-exclame.
Jonathan soltó una risita por mi reacción.
-No te rías – le musite ofendida.
-¡Hay Amelia!-exclamo.
Sus ojos me traspasaron por un segundo y comprendí que estaba nervioso.
-Mi padre quiere entregarte en el altar-me conto y continuo- y mis dos mejores amigos pueden ser mis padrinos de honor-me explico.
-Ummmmmm…-murmure sin conseguir decir al menos una palabra.
-Como es tradicional te lo quiero pedir…-continuo ignorando mi expresión de sorpresa.
- Jonathan no creo que no es una excelente idea, tú eres  homosexual y tu vida no debe ser tan horrible por mi culpa. Tú no quieres casarte conmigo…- dije, pero él me interrumpió.
-Amelia quiero ayudarte y quiero ser el padre de tu hijo- me aseguro.-, como se ve ser tradicional  voy a pedírtelo.
Me tomo de la mano izquierda y me miro a los ojos.
-¿Amelia quieres casarte conmigo?-me pregunto.
Observe sus ojos  por un lapso de tiempo indefinido.
 Yo no me quería casar, pero que otra salida tenia. Era casarme con mi amigo o decir la verdad. La cruel verdad que yo estaba embarazada de Paris y no Jonathan. Mi vida era una locura sin amor y con dolor, porque no arriesgarse a la mentira y dejar la verdad a un lado.
Jonathan era un buen chico y prácticamente él no me podría hacer daño. No me podría hacer un daño peor del cual ya me han hecho. Yo sabía que con Jonathan todo saldría mejor.
Debía aceptar ya que mi hijo tendría un apellido, un padre y una familia buena, humilde y respetable.
-Si-dije con una voz tranquila y deje atrás la preocupación.
Jonathan abrió la caja y con un simple chasquido dejo que me embelesara con asombro al ver la sortija de compromiso.
Era lo más hermoso que había visto en mi vida. La sortija era un aro de plata con un diamante brillante y con un corte perfecto. Mil colores deslumbraba sobre aquel diamante que parecía haber robado aquellos colores del al arco iris. En ese segundo quise tener aquella joya en mi dedo y mostrarla al mundo entero.
Por primera vez desee haber hecho las cosas como Dios manda, enamorarme de Paris, casarme con Paris luego de haber terminado los estudio y tener una familia adorable, pero no. todo lo que había hecho era más que locuras irremediables y difícil de olvidar. Aunque hubiera hecho tales cosas, estas me condujeron a tener dentro de mí un ser hermoso y bello que anhela tener en mis brazos.
Jonathan me soltó la mano izquierda, saco el anillo de la caja y luego dejo la caja sobre la cama. Nuevamente con delicadeza me tomo la mano izquierda. Sin esperar otro latido mío introdujo aquella hermosa joya en mi dedo índice.
-Te queda a la perfección-comento Jonathan.
-Es hermoso-susurre luego de que Jonathan me besara la mano con gesto caballeroso.-, gracias Jonathan-. Agradecí y volví a observar el diamante con asombro y lujuria.
-Mañana te esperare en el altar- me dijo Jonathan.
-Recuerda que yo seré la de blanco- le dije con una sonrisa en el rostro y ocultando cualquier emoción negativa en los ojos.
Ambos nos quedamos viendo aquella joya en mi dedo y supimos que todo sería distinto. Ya no volveríamos a mirar atrás y que una vida estaba creciendo dentro de mí con cada latido de mi corazón.
Theo… si, acepto ser tu esposa-respondo volviendo a la realidad.
No tenía ninguna duda para dar mi respuesta, Theo era todo lo que yo deseaba en aquel momento. La situación era distinta y no tenía la obligación de decir si, podía decir si porque mi corazón lo demandaba. Podía decir si porque no tenía miedo de ser rechazada por Theo, podía decir que si porque sabía que junto a Theo no tendría miedo de lastimarlo y podía decir que si porque lo amaba de corazón.
Este me mira perplejo y deja escapar una sonrisa triunfal.
-¿Es un sí?-pregunta nuevamente.
-Si…si… si…-le aseguro y este se abalanza sobre y comienza  a besarme el rostro y los labios.
-Te amo-me dice cuando nos separamos.
-Yo también-le confieso. Theo toma la cajita de mi mano y saca mi sortija de compromiso.
-Soy feliz-admite mientras introduce el anillo en mi dedo y luego me besa los nudillos.
-¿A pesar de todo?-le pregunto.
-Si-respondió.
-¿Porque?-pregunto.
-Te amo y quiero hacerte feliz. Yo fui quien te empujo a caer en los brazos de prince y te hizo comprender tu amor por mí. Porque aceptaste ser mi prometida porque me amas y me elegiste a mí y no a prince.-explica y soy yo quien lo besa apasionadamente.
Sus manos recorre me espalda y sus labios besan mis labios, mi cuello y mi clavícula.
-Ah-gimo y este se aparta de mí.
-Esta noche no sucumbirás ante mí-me asegura y hago un puchero.-, quiero esperar a la luna de miel.-confianza mirándome a los ojos.
-Está bien-digo algo enojada.
-¿Te duele?-pregunta al ver mi muñeca y me encojo de hombros.
-Ya no duele-murmuro y hago una mueca al recordar que golpea a Kyle.
-Aun así quiero besarte-me indica y vuelve a besarme hasta quitarme el aliento.
Después de pasar tiempo con Theo visite a Nick del cual me relato lo sucedido en el carnaval, pero evitando detalles que ya yo sabía.me prometió amar de verdad a magdalena con toda su vida y a la criatura que crecía en su vientre.
Durante los siguientes semanas la relación entre Theo y yo fue pura discreción y profesionalismo. Ambos queríamos mantener en anonimato nuestro compromiso y por ende mi anillo de compromiso estaba resguardada en mi caja fuerte esperando estar en mi dedo.
Nicholai estaba demasiado ocupado con  su boda y magdalena para pasar tiempo conmigo. Las veces que nos habíamos visto fueron para tomar un café en mi tiempo libre o para que ayudara en la boda. Ser la dama de honor era de lo más desagradable porque magdalena no paraba de tratarme fríamente y con cierta crueldad.
No comprendía porque su trato hacia mí y yo no hacía nada para detenerla. Tampoco era la única que se comportaba de manera extraña también lo hacia Algarín. Ya no trabaja como antes en el hospital y por lo que pude averiguar por su hermana no me daba mucha gracia. Algarín había terminado en la bebida para olvidar un amor que yo desconocía y este no permitía que yo lo ayudara.
Demy vivía en mi casa para hacerme compañía, ayudarme a empacar y sobre todo a organizar mi boda con su hermano. Cuando Demy no estaba conmigo o haciendo alguna locura salía con Grant. Ambos se habían enamorado de manera sorpresiva luego del carnaval y para esperarse a Theo no le hizo mucha gracia, pero gracias a mí no intervino en la relación de ellos.
Mis hijos me enviaron 2 cartas cada uno manteniéndome al tanto de los sucesos en el colegio. Ambos esperaban mi señal para irnos de España, pero yo no podía asegurar el día hasta darle el alta a mi amado.
Mis residentes, bueno los que quedaban. Porque muchos había fracasado y algunos  fueron cambiados a otro hospital debido a que prince había sido despedido por razones administrativa. Solo tenía 4 residentes a los cuales no veía debido a que les había dado al semana libre para repasar para los exámenes.
-¿Que deseas hacer con estos libros?-pregunta Demy mientras entro a mi oficina.
hola-saludo sorprendido de verla ahí.
Ella me saluda con la mano.
-Empacarlos-murmuro al ver varias cajas vacías sobre mi escritorio.
-Claro-dijo esto mientras tomaba varios libros de mi librero.-enviare estas cajas a la casa nueva.
La casa nueva era la casa que había comprando mi futuro esposo para tener una familia y para todos juntos, pero yo no sabía que casa era y todo lo demás. Nadie me quería informar ya que era una sorpresa según me había dicho Demy.
-¿Te vas a llevar los cuadros?-me pregunta y asiento.-como esta Theo?-pregunta mientras la ayudo a recoger los libros de mi libreo y colocarlos en las cajas vacías.
-Está durmiendo-respondo.-, aún tiene dolor y ordene que lo sedaran un poco.
-¿Cómo te sientes con respecto al compromiso?-me pregunta Demy mientras tomo unos libros.
-Mejor de lo que hubiera esperado-admito mirándola a los ojos azules.-, no fue como la primera vez. Tengo tiempo para conocerlo, amarlo y aprovechar lo que tengo aquí antes de todo. El saber que Theo me ama y el hecho que quiera pasar su vida conmigo y mis hijos es mucho que hubiera esperado.-aparto mis ojos de los suyos y continuo guardando libros.- ¿qué opinas tú?-le pregunto.
-Es la primera vez que lo veo feliz, si él es feliz yo también lo soy-murmura esta con una sonrisa que pude notar en su rostro.- ¿cuándo podremos elegir tu vestido de novia?
-Porque mejor no lo diseñas tú-le pido.
-¿Lo dices enserio?-pregunta y comienza a dar saltitos.
-Claro-murmuro al ver que ella también es feliz.
Alguien toco la puerta y ambas nos alarmamos.
-¿Quién es?-pregunte.
-Soy Grant-responde y veo como a Demy se le ilumina el rostro.
-Pasa-murmuro.
Grant entra y me saluda con la mano.
-Hola Demitria-saluda a mi cuñada mientras se acerca a su lado.
Ella le da un beso que toma por sorpresa a mi guarda espalda.
Me siento incomoda por estar en un ambiente cargado iones por esos dos.
-Voy a comprar un café a la cafetería que está delante-anuncio rápidamente.-, ¿desean algo?-pregunto, pero los dos me ignoran.- consigan un cuarto-susurro algo sonrojada.
Salgo de mi oficina y tomo las escaleras para poder borrar aquella imagen de mi cabeza, peor algo me detiene antes de llegar al siguiente piso.
-¿Cómo es posible que en hagas esto magdalena?-le exige saber una voz masculina.
Siento las ganas de huir, pero algo me dé tiene.
La curiosidad humana.
-¿Quién era aquel hombre?-me pregunte a mí misma.
-¿Hacer que Iván?-pregunta con desdén magdalena.
-¿Iván?-pregunte pensativa y comprendí lo obvio.- ¿qué hacía Iván Algarín con Magdalena?
-Casarte con prince sabiendo que el hijo que espera no es tuyo-le dice este con enojo.-ese bebe es mío.
Mi corazón se detuvo y sentí que no volvería a latir.
Magdalena era aquella mujer que tenía a Algarín con mal de amores, ellos habían asistido juntos al carnaval anterior y ellos se veían en secretos de la misma manera que una vez hicimos Kyle y yo.
-No tienes prueba de eso-le dice ella con nerviosismo.
-No tengo prueba, pero con una sola muestra de ADN de tu bebe podre saber si ese bebe es mío.-
-No voy a dejar que le pongas una mano a mi bebe-susurro esta y casi no la pude escuchar.- y tampoco voy a dejar que arruines mi boda.
-Eres una mujer mala-dice este con la voz rota.-, te amo y no notas eso. Solo fui un juego para ti y nada más.
-Ese es el problema que no fuiste nada para mí-le dijo ella con repugnancia.- solo fuiste parte de un plan…
-¿Porque prince y no yo?-le pregunta este.
-Él tiene algo que no tienes tú-le dijo esta con una risa macabra.
-¿Qué es lo que tiene el?-pregunto.
-Dinero, fama, belleza, historia y sobretodo un lugar en el mundo.-le dijo esta con desprecio.-tú no tienes madera para tener todo eso.
-Por eso te embarázate apropósito-dijo este de repente.
-Claro, ¿cómo creías que me quitaría a Carrión del camino?-murmura esta.-, eres más tonto de lo que creía.-Prince esta enamorado de Carrión y no podía permitir que ella me lo quitara, para estar segura que Nicholai cumpliría su palabra deje que la estúpida de Carrión fue la dama de honor.
-Eres un monstruo-le espeto este a ella.
Ella vuelve a reírse.
-Aléjate de mí o lo lamentaras-le advierte y acto seguido escucho una puerta abrirse y unos pasos aproximarse a donde yo estaba.
Mi cerebro reacciono rápidamente y abrí la puerta en el piso que yo estaba. El pasillo estaba desierto y no había nadie que pudiera encontrarme. Camine fingiendo indiferencia al elevador más cercano para recuperarme de todo la información que yo poseía en mi poder.
Tenía que encontrar a Nicholai y contarle la verdad.
Tome mi celular y marque su número, pero no respondió.
-Maldición-gruñí.
Volví a mi oficina para tomar mi bolso y mi chaqueta debido aquel día afuera hacia frio.
Demy ni Grant estaba por esos lares cuando fui a buscar mis cosas.
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Toque varias veces la puerta del apartamento de Nicholai hasta que este me abrió.
-¿Que sucede?-pregunta al ver mi rostro ansioso.
-Magdalena está embarazada de otra persona-le dije al verlo.
-¡Que!-exclama este sin dar crédito lo que yo le decía.
-Todo es una falsa-le digo.
-Antes que sigas hablando entra adentro-me ordena y hago lo que me dice.
El cierra la puerta después que estamos adentro.
Deje mi bolso y mi chaqueta sobre la mesita que había en el vestíbulo.
Me dirigí a la sala.
-¿Que sucede?-pregunta preocupado.
-El hijo de magdalena es de Algarín-digo con histeria.
-¿Cómo puedes decir eso?-pregunta alarmado.
-Yo misma la escuche con mis propios oídos.-le asegure mirándolo a los ojos y le conté lo que escuche en las escaleras.
-MIENTES-me grito.-, no puedes decir que magdalena me engaño cuando estamos a punto de casaron. Que él bebe que me tiene totalmente enorgullecido y lleno de esperanza no es mío. Ellos nunca han tenido nada, Algarín es un hombre demasiado raro para estar con magdalena. Eres una egoísta y una mentirosa sophia…
Solté una cachetada.
-Soy tu amiga y quiero lo mejor para ti-murmuro ofendida y con la mano adolorida.- eres un idiota, ella solo juega contigo por tu dinero…
-Ella no es así, no la conoces. Eres una mujer que no puede ver la felicidad de los demás. Quiero ser feliz con magdalena cueste lo que me cueste, ya perdí a Julieta…
-Y me perdiste a mí-susurre con el corazón roto.-, debí quedarme callada y no decir nada.
-Sophia…-comienza.
-Escúchame-pido sintiendo un dolor en mi pecho.- voy a ir a tu boda, pero después de eso no quiero volver a ser parte de tu vida.
-Sophia entiéndeme-pide enojado acercándose a mi lado.
-No-me aparto de su lado.-, déjame.
Me alejo de su lado y tomo mis cosas.
-Adiós-murmure y me fui dejando algo en ese apartamento.

Mi amor por parís, mi amor por Nicholai prince.

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Se lo dedico aquellos enamorados.... aquellos que dijeron SI y lo dieron todo.

HAPPY V. DAY'S-TARDE LO SE!!
Elenatrix