miércoles, 11 de septiembre de 2013

La Mujer Que Quiero Tener "capitulo 10"




No te enamores de mí





-Con respecto a eso-comencé acomodándome en la silla debemos hablar.
-Se mas especificas-dijo mirándome y apartando la vista de las gemelas Williams.
-¿debo saber cuáles son sus intenciones conmigo?-le pregunte.- cuando usted fue entubado tuve una conversación profesional con mi jefe y me dijo unos puntos a los cuales deseo aclarar con usted…
-¿Cuáles puntos?-exigió saber tranquilamente.
-¿Porque me eligió como su cardiólogo?-exigí saber.
-Mmm-murmuro pensativo-, porque es la mejor en su trabajo y me gusta lo que hace.
-Ser una carnicera-dije y el sonrió.
-Eres graciosa-me aseguro.-, por eso te elegí. Porque tienes algo de humanidad que no vi en otras personas.
-¿Porque donas 1 millón de dólares al área de cardiología si aún no te abierto en la mesa?-le exigí saber y fue cuando su sonrisa se hizo más evidente.
-Soy un filántropo-murmuro tranquilamente.
-Yo soy Ophra-le dije y lo mire con desconfianza.
-Ophra no es pelirroja-me recordó y sentí que perdía la paciencia.
-Por el amor de dios, dígame la verdad Molinarri!-exigí saber.
-¿Quiere la verdad?-pregunto y asentí.-cuando una persona puede exigí saber la verdad cuando no es sincero con si mismo.-explico y sentí como la sangre se me helo. Aparte mis ojos de esos ojos grises. Yo no era quien para exigirle la verdad si yo no podía revelar la mía propia. Yo era mentirosa profesional y eso lo seria siempre. Por eso yo estaba atada al pasado que yo misma había construido por mi mentiras de mocosa rebelde.- no soy quien para decirle eso doctora. Porque usted es una persona honesta y no tiene nada que preocuparse de personas mentirosas como las que yo suelo rodearme.
-Pero usted no me conoce-le dije sintiéndome fatal con lo que me decía.
-Claro que la conozco, es esposa, madre y una buena ciudadana -comenzó.- solamente tiene 28 años y ha vivido más vida de las que he vivido yo con todo el dinero que poseo…
-Cállese-le ordene poniéndome de pie.-usted no sabe quién soy yo. No soy una buena persona como crees, solo me esfuerzo ser buena cardióloga y si soy madre de dos chicos que adopte porque simplemente los vi desprotegido en el mundo. No tienen una gota de mi sangre, pero los amos como si fueran míos. Soy la peor persona para decir la verdad y no soy ninguna santa. Soy un ser humano al igual que usted. Lo admito este mundo está lleno de mentirosos solo que hay gente que miente más o menos.-dije y tome aire.-puede explicarme, ¿porque soy tan especial para usted? y ¿porque dono semejante cantidad de dinero?-le pregunte y me senté en la cama junto al Molinarri.
-Todo lo que hago es por usted, incluyendo el dinero y deseo hacer más por usted sophia-me respondió.-sé que tienes más preguntas, pero no puedo respondértelas. Ya que no es el tiempo correcto, pero prometo-me tomo las manos y sentí sus manos heladas sobre las mías.- responderte todas las que quieras a su debido tiempo.
-No es correcto-comencé mirándolo a los ojos, pero él no me dejo continuar.
-¿Porque no?-pregunto sin comprender.- yo deseo conocer a esa mentirosa que se esconde debajo de esa bata.
-Es ir contra las reglas del hospital y puedo ser despedida. No solo es eso es ir contra mis propias reglas…
-Las reglas fueron hechas para romperlas y si te preocupas del hospital yo me encargare sin ningún problema-me aseguro, pero yo no creí lo que dijo.-cada vez que nos veamos nos haremos preguntas para poder saber del otro y para poder ser menos mentirosos con el mundo.
-Debo irme-dije rápidamente soltando nuestras manos.
-¿Volverá hacer mi doctora?-pregunto y asentí.
Me puse de pie.
-Sí, con una sola condición-murmure.
-¿Cuál?-pregunto y vi un leve brillo en sus ojos helados.
Esperanza
-No te enamores de mi-le ordene y fue cuando el brillo se desvaneció ante mis ojos.
-Claro-musito volviendo a mirar la pantalla. Tome la manta y los libros que estaban en la mesita de noche y con adiós de ambos me fui a mi casa.
Al día siguiente desperté en el sofá de la sala con el presentimiento de haber soñado con Molinarri. La mañana fue placentera, tome un baño prologando, cante canciones de Elvis y sentí que nada podía ser más normal que un día como el día que había tenido.
El tráfico no fue agonizante ya que la música que transmitían en la radio me alegraba la mañana. Me detuve en la cafetería que estaba junto al hospital. Compre dos expreso y una caja de panecillos y pastelillos.
Estaciones el auto en mi sitio como todo los días y al bajarme del auto sonreí a todos a mi paso. Por primera vez creí que nada malo podría pasarme y eso se sentía bien.
Salude a todos los que me saludaron y quienes no tenían sonrisas yo les entregaba una, pero todo eso no duro hasta que abrí la puerta de mi oficina.
Lo que debía ser una oficina común y corriente parecía ser un caos. Había muchos paquetes envueltos de maneras irregulares por todo los lados, también había muchos globos de colores y sobre mi escritorio había cientos de cartas a las cuales no pensaba recibir. Lo que llamo mi atención fueron las flores que posaban en las mesa y en el suelo, pero entre todas flores solo una llamo su atención.
La cataleya
Deje la caja y el café en un rincón de mi escritorio y mire detenidamente la flor.
Olía de manera deliciosa y tenía una nota que decía:
“Feliz cumple año mi amada flor exótica, te veré pronto y espero que la cuides en mi ausencia ya que me encontré con ella cuando viajaba a Colombia. Te quiero con locura y honor Romeo”
Sentí un sudor viscoso que recorría mi frente y me hacía sentir como en una película de terror.
Deje la maleta en el suelo y Salí caminando como un fantasma de mi oficina. Entre a la primera habitación que pensé hallar a Bartolomeo Pérez. En la habitación que entre estaba el junto Molinarri.
Cerré la puerta y ambos hombre me miraron de manera extraña.
-¿Que sucede Carrión?-pregunto Pérez.
-¿Qué días es hoy?-pregunte y Pérez comprendió mi cara.
-Tú cumple año- respondió y sin poder evitarlo me desmaye ante los ojos de aquellos hombres.
-Despierta de una vez Carrión-susurro una voz y sentí algo húmedo tocándome la nariz.
 Abrí los ojos y distinguí a Algarín, Pérez, Molinarri y Prince.
 Mi primer instinto fue tocarme la cabeza.
-¿Que paso?-pregunte sin comprender las miradas de aquellos hombres, yo estaba acostada en una cama y todos los presentes estaban de pie incluyendo al paciente.
-Te desmayaste-respondió Pérez y me incorpore como pude en la cama, pero sin evitarlo puse una mueca de dolor.
-¿Te duele?-pregunto alarmado Molinarri y Kyle le lanzo una mirada de odio.
-La cabeza-respondí y Algarín comenzó a tocarme la cabeza buscando un signo de anormalidad.- ¿me permiten?-pidió y todos los presentes se alejaron de nosotros. Pérez se fue a un rincón de la habitación a platicar con Molinarri y Kyle observaba cada movimiento de Algarín desde la silla que estaba junto a la cama.
-¿Estas mejor?-pregunto y asentí.- te recetare analgésico y alcohol- respondió y todos miraron sin comprender. Algarín saco de su bata un paquete envuelto en estrellas. Me lo ofreció, pero no lo aceptes-feliz cumple año sophia-me felicito con una sonrisa.-acéptalo chica que no muerde-me regano y lo acepte.
-Este es mío-me dijo Pérez entregándome un paquete envuelto en unos rayos dorados.
-Ábrelos-me ordeno Molinarri emocionado. En todo ese momento Kyle no hablaba solo observaba en silencio.
Le lance una mirada infantil a Molinarri y abrí el primer regalo.
-Vi ese libro en una librería y supe podría gustarte.-explico cuando veía el título “me enamorada de mi enemigo”
-Se ve bueno-le susurre.-, gracias.-agradecí y este me dio un beso en la mejilla.
Ambos nos sonrojamos.
Devolví el otro regalo que término siendo un diario de cuero con un bordado en forma de orquídea. En una de las esquina había una C grabado con unos trazos hermosos.
Sonreí
-Me encanta, gracias-murmure sin quitarle la vista a mis regalos.- creo que celebrare mi cumple año por primera vez en años.-susurre para mi sola y mire a Kyle.
Nuestras miradas se conectaron y mi sonrisa desapareció.
-¿Que sucede prince?-pregunte y desvió la mirada.
-Yo no tengo regalo-admitió.
-Eso no importa prince-le asegure.
-¿Cómo es que todos lo sabían, menos yo?-exigió saber.
-Federica me envió una carta notificándonos que cumplías año- respondió Pérez.
-Que chica tan lista-admití y sonreí ante la idea de que mi hija le preocupara mi cumple año.
-Yo tampoco lo sabía-admitió Molinarri.
-Yo no tenía idea-admití.
-Pues ahora que lo sabes debes celebrar-le sugirió Molinarri.
-No-mamure.
-Porque no vamos a comer luego-sugirió Kyle.
Rápidamente sonaron todos los teléfonos en diferentes tonalidades excepto el de Molinarri y el mío.
-Hablamos luego de tu celebración sophy-murmuro Kyle resentido.
-¿No se pueden quedar?-pregunte
-Me tengo que ir-dijeron los tres a la vez y en parpadeo todos se fueron de aquella habitación. Molinarri y yo estábamos solos.
Este se sentó junto a mí en la cama.
-Pues feliz cumple año-me felicito y volví a sentirme fatal.
Él lo noto.
-¿Que sucede?-pregunto preocupado.
-¿Qué pasaría si yo ocupara el lugar de otra persona?-le pregunte mirando el suelo y sintiendo ese dolor pulsante en mi pecho.
-Diría que tienes suerte y todos los días muere gente, pero que hoy tú está viva.-explico.- das vida a cambio y no das muerte.
-Nunca lo había visto así- murmure.- yo tome el lugar de una persona hace una década y desde entonces me siento como una impostora. Desde que volví de la muerte me volví una excelente doctora y siempre me pregunte que hubiera sido de todas las personas que salve si yo no hubiera sobrevivido hace diez años. Siento que perdí esa parte que me hacía ser alegre, brillante e incluso humana.- sentí las ganas de llorar, pero las lágrimas nunca salieron de mis ojos.- aun así nadie puede saber que se siente vivir con ese dolor y preocupación. Vivir con tanta mentira y con tanto dolor es algo que no puedo permitírselo ni a mi peor enemigo.
“no nunca desee vivir de esta manera. Siempre quise tener quise casarme con el amor de mi vida, tener hijos y envejecer juntos en mi pórtico. Que nuestros nietos se queden en las vacaciones de verano en nuestro hogar. Que mi marido nunca me deje dormir sola una vez más, que nunca me deje dormir en sillón de la sala. Si pasa que me cargue y me lleve en sus brazos. Por las noches me hable para que durante mis sueños  soñé cosas bonitas y hermosas. No pesadillas perturbadoras que suelo tener desde siempre- suspire.
Fije mi mirada en mis manos y Molinarri las atrapo. Volví a sentir esa frialdad en mis manos y sin poder evitarlo me entremesi.
-Lo siento-se disculpó y sonreí a medias.
-ya quisieras dejar de vivir en el pasado y vivir el presente-murmure en silencio.
-Vívelo-me aconsejo.
-¿Cómo?-pregunte.
-¡Rompiendo reglas!-exclamo.
-¿Eso es posible?-pregunto
-¡Claro!-volvió a exclamar.
-Pues enséñame- le sugerí. Molinarri no dijo nada, pero yo sé que mi ser no esperaba lo que sucedería luego. Molinarri me tomo de la mejilla y me acerco sus labios. Poso sus labios sobre los míos, sentí como me entremesi ante ese tacto frio y humano. Al principio reaccione lentamente, pero a medida que el beso se volvía más a pasional mis manos se enroscaba sobre su cuello, pero un gemido de mi parte me llevo a la realidad.
Me aparte de mi paciente y tuve que usar un auto control para no besarlo nuevamente.
-Molinarri esto no está bien-admití y me pare de la cama.- yo debo irme a vigilar a mis residente.
-No huyas-me regaño Molinarri.
-No huyo evito que me despidan por involucrarme con un paciente-volví a recordarle.
-¿No quieres tener nada conmigo por lo que piense en este hospital?-pregunto y me quede helada sin saber que responderle.-tu silencio me lo dice todo sophia…
-No sabes nada-le dije y me fui de la habitación.
El resto del día estuve con mis residentes, los gemelos Fernández, Morrinson, Smith y Maddison ya que el resto del grupo estaba con Kyle prince. Trabajamos, discutimos algunos casos clínicos y durante el almuerzo Kyle me pillo. Sin decir un gran no comimos y platicamos cordialmente sobre las cirugías que tenía Kyle.
Después de ser felicitadas por muchas personas deje a Kyle atrapado con las enfermeras bruno.
Al no tener tantos pacientes, menos cirugía comencé a ordenas las cosas que tenía en mi oficina. Leí cada tarjeta y carta que se me fue enviado a mi persona. Las organice todas para poder responderlas en otro momento. Las mayorías de las tarjetas pertenecían de colegas, viejos amigos y antiguos pacientes y todos implantaban sentimientos de los cuales me hacían sentir mejor. Ya cuando termine de organizar los obsequio. Comprobé que mis padres eran lo que me habían mandados las flores por cada año vivido. Muchos me habían regalado libros a los cuales sentí las ganas de devorar, personas como Chalayra me enviaron vestidos para mejoras mi ropero. Carolyn fue más original me envió un cuadro del cual tenía la imagen de una mujer sosteniendo aun niño en brazos. Al ver la pintura supe que Carolyn capto mi sentimientos a William Paris y la belleza que yo tanto había hablado. Los trazos eran únicos y hermosos, los colores vivos y brillantes.
Cuando comenzaba a guardar los libros parís entro sin tocar a mi oficina.
-¿Que es este circo?-pregunto con burla.
Le di la espalda mientras el observa los globos de felicitaciones.
-¿Quien cumple año?-pregunta desconcertado mientras acomodaba unos libros de medicina en el librero.
-Adivina-le dije.
-¿Tu?-
-Wow, brillante-le dije sarcásticamente.
-¿Porque no lo dijiste?-pregunto desconcertado.
-Lo olvide-admití y me voltee a verle a la cara. Sus ojos verdes parecían apagados.
-¿Qué piensas hacer?-pregunto parís.
-Trabajar, ir a casa y volver al trabajo mañana-le explique.
-No seas agua fiesta-me reprocho.
-Yo no celebro mi cumple año- admití.
-Pues celébremelos como es correcto-me dijo parís.
Sonreír
-Voy a guardar estos libros primero-le dije a parís dándole la espalda.
-Déjame ayudarte a organizar todo estos paquetes-dijo parís.
-No-le dije fríamente y parís me miro alarmado- son cosas privadas.- me voltee a verle.
-Incluyendo ese cuadro-dijo señalando al cuadro que me había regalado Carolyn.
Antes de que dijera algo parís tomo el cuadro y lo observo detenidamente.
-¿Quién es ella?-pregunto parís con curiosidad.
-Yo-respondí y el me lanzo una mirada extraña.
-¿Él bebe?-pregunto y fue cuando no supe si decir la verdad o una mentira.
-Era mi bebe-se escapó de mis labios.
París me miro como si viera un fantasma.
-¿Donde esta?-pregunto sin comprender lo que yo había dicho.
-En el cielo, murió después que nació-explique con tristeza.
-No sabía-susurro mirándome con compasión.
-Nadie lo sabe-susurre muy bajito.
-¿Quién era el padre?-pregunto.
-Un amor de adolecente-respondí.- nadie supo que yo fui madre de un varón, ni su padre ni mi familia lo supo.
-¿Cuál era el nombre que elegiste para él bebe?-pregunto curioso.
-William Paris-respondí.
-Eres fan de…-comenzó y lo interrumpí.
-Si-admití.
-Nunca note que fueras romántica-murmuro parís.
-No pretendo demostrarlo-murmure.
-¿Quién eres?-pregunto parís apartando su mirada del cuadro.
-Solo soy una mujer-respondí.
-La mujer del cuadro no eres tu-me dijo parís.- esta chica tiene algo de vida y esperanza en los ojos. Tú no tienes tanta vida ni esperanzas, estas vacías. Esta chica es la chica que estas ocultando de mí y de todos nosotros. Quiero conocerla-pidió parís.
-No te gustaría-le advertí a parís.
-Correré el riesgo-me prometió.
-No sabes lo que dice-dije.
-Tú tampoco lo sabes… amiga mía…-
-¿Soy tu amiga?-le pregunte.
-Claro que lo eres-dijo el.-, eres mi mejor amiga.
-Es bueno saberlo-dije en voz baja y termine de guardar los libros en silencio.
Cuando termine ordene que Pérez llevara mis paquetes a mi casa. París se fue hacer algo importante y yo termine de hacer mis rondas. Ya cuando cayó la noche fui a donde estaba Molinarri.
Toque dos veces la puerta y antes de tocar la tercera  el murmuro:
-Pase-
Una cama estaba Molinarri con una caja color verde limón y un lazo rosado.
-Hola-saludo.- ¿que es todo esto señor Molinarri?-pregunte curiosa.
-Theo-murmuro. ¿Qué?-pregunte sin entender.
-Llámeme Theo- me dijo.
-No puedo señor-le recordé.
-Ya veo,-dijo para sí mismo y saco de bajo de la almohada un sobre.-esto es un documento importante que deberá leer ahora mismo.-me lo ofreció.
-Podría decirme de que trata eso-le dije mirando con desconfianza.
Estos documentos declaran que yo soy el nuevo y único propietario del hospital de san francisco de la carolina-me explico y sentí que la sangre se me fue a los pies.
-Necesito sentarme-admití caminado con dificultad sentándome en la silla que estaba junto a la cama.- compraste el Hospital por antojo sin importar cuanto nos puede afectar todo esto a la facultad y a los pacientes que vienen.
-Sí, se lo efectos y lo que tengo son positivos para  toda la institución.-explico-no debes temer de nuestra amistad…
-Amistad-repetí.-, usted compro el hospital para que yo fuera su amiga-dije molesta y comprendiendo todo lo que estaba haciendo Molinarri.
-Si-admití mirarme a los ojos. Nuevamente me entre a eso ojos de hielo.
-No debió-le reprendí.
-Ya es tarde para que me eche para atrás-advirtió Molinarri
-Señor Molinarri…-comencé.
-Theo-repitió su nombre.
-No puedo…
-Soy tu jefe-dijo  y me sentí manipulada
-Renuncio-le amenace.
-No se atrevería-me reto y me quede cayada y desvié la mirada a la caja verde limón.- ¿Que es todo esto?-pregunte frustrada y rendida.
-Tu regalo de cumple año-dijo este.
Solté una risita tonta.
-Que pretendes Molinarri…-
 -Dígame Theo de una vez sophy-me ordeno frustrado.- ya dejemos las cordialidades extravagantes.
-Como desee Theo- acepte con la mandíbula tensa.
-Ya estamos progresamos-dijo este contento. Tome-me entrego el regalo.-usted ira a su casa se arreglará y volverá con eso puesto.-me ordeno
-Pero...-comencé.
-No hay pero que valga sophy-me regaño este.-deje de poner escusa y sea valiente por primera vez en este día.
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Debo estar loca-dije cuando me bajaba del auto y camina con paso decidió hacia el vestíbulo. Era muy tarde para mi suerte porque no tendría que cruzarme con mucha gente. Subí las escaleras rápidamente a pesar que yo calzaba tacones altos.
Llegue a mi piso y suspire con nerviosidad. Camine sin fijarme en nadie más y esta vez procure no tropezar con nadie.
Toque una vez la puerta de la habitación y alguien me dejo pasar.
-Theo-susurre cuando entre y el cerro la puerta a mi espalda.
Entre la habitación dentro de ella había globos de muchos colores, velas electrónicas donde quiera iluminando la habitación de manera hermosa y sobre una mesita había una cena esperándonos.
Theo me sonrió al ver mi cara de asombro.
-¿Te gusta?-pregunto y asentí.-te ves hermosa aunque no distingo el vestido.
-Lo siento-me disculpe y me quite la chaqueta que tenía puesta. Le entregue la chaqueta negra y le mostré el vestido verde monte que yo tenía puesto. Era en forma de corazón el pecho, era corto y poseía un broche de plata en la cintura. Tenía el cabello suelto dejando unos rizos rebeldes al aire libre. Mi rostro estaba ligeramente maquillado resaltando mi tés pálida. Yo poseía joyería liviana, pero llamativa. Tenía aretes con esmeraldas incrustadas y una cadena en forma de media luna.
-Te vez hermosa aunque pensé que usarías algo más tu-dijo mirándome de la cabeza a los pies. Sus ojos se fijaron en mi zapatos.-lindas converse.-alago a mi zapatos negros.
Le sonreí.
-Gracias-agradecí y me sentí en la silla que estaba junto a la cama.
-Ahora que estas aseda y arreglada hay que celebrar tú cumple año como deberías-me explico Theo mientras sacaba un celular debajo de las sabanas y marcaba un número telefónico.-hola-murmuro luego de pegarse el auricular al oído.- es hora-anuncio y me sentí perdida.
-¿Que fue eso?-pregunte después que el colgara.
-Nada-dijo y me sonrió.- ¿te gusta el vestido?-pregunto ignorando mi pregunta.
-Si-dije.
-Es de un diseñadora de Francia-explico mientras me miraba con un brillo en sus ojos grises.-aunque no estoy vestido para la ocasión, espero que me disculpes-dijo señalando su piyama de rayas blancas y rojas.
-Estas bien-lo consolé y le sonreí con nerviosismo.-señor Molinarri…
-Theo-la interrumpió el.
-Theo-dijo secamente.-, no debió comprar el hospital. Usted no sabe cómo manejar una institución como esta y yo no puedo ayudarle en labores administrativo. Solo soy una cardióloga y bien pagada, pero no es correcta pagarle la gente para obtener amistad. No debió organizar esta humilde fiesta y besarme esta tarde.- susurre.
-¿Porque no debí besarle?-pregunto frustrado por mi opinión.
Me puse de pie y camine por la habitación.
-No quiero que se enamore de mi- le dije fríamente.-, yo no puedo amar como la mujer que soy…
-¿Porque no?-pregunto Theo.- todos tenemos ese derecho de amar libremente.- Theo trago hondo y lo mire sin parpadear.- ¿si yo la amara que haría usted?-pregunto.
Sentí como un balde de agua me cayera encima.
-Deberá… olvidarse de mi para siempre-dije en voz cortada.- yo soy una mujer que nadie tienes…
-Usted es la mujer que muchos hombres quiero tener-dijo alzando la voz.
-Por favor Theo-suplique.- no quiero seguir en esta discusión que no tiene ningún sentido para ninguno de los dos. Usted es mi paciente y… jefe. Solamente eso y no quiero que pase más de eso.
-No voy a presionarla sophy- se dio por vencido Theo.
Le lance una mirada de tranquilidad y volví a sentarme en la silla que estaba junto a la cama.
Alguien toco y antes que Theo dijera algo entro una chica que entraba con un caja seguida de personas que yo conocía como Algarín, Pérez, parís y mis hijos.
Me puse de pie y fui hasta mis hijos.
-Federica- la llame con alegría. Mi hija corrió y me abrazo rápidamente y sin contenerme la comencé a besar en sus mejillas.-te extrañe –le dije con señas cuando nos apartamos.
-Hola mama-me saludo mi hijo y me abrazo fuertemente.
Manuel había crecido uno centímetros desde que nos habíamos visto.
-Hola mi corazón-le dije y volví abrazarlos y llenarlos de besos a los dos.- me hicieron falta-admití y fue cuando mi cerebro actuó rápidamente.- ¿Cómo llegaron aquí?-pregunte  seriamente y me aparte de ambos. Los hijos míos miraron a parís.- ¿pince?
-hable con la directora y ella me permitió que me llevara a mis sobrinos a visitar su madre quien cumplía año-explico con una sonrisa triunfal.- con la condición que volvieran mañana al colegio.- sin contenerme lo abrase fuertemente y sentí muchas miradas en nosotros.
-gracias-agradecí nos apartamos.
Cuando nos partamos pude ver lo perplejo que estaba el como los demás.
-Para mí no hay abrazo-dijo Algarín y todos reímos.
-Claro-dije y abrase a mi colega.
Theo se arregló la garganta y recordé que estaba siendo presente de mi otra yo.
-Theo ellos son mis hijos, Federica y Manuel Carrión-los presente a Theo.-Theo es mi paciente, ya conocen a los demás.-dije y me fije en la chica.- ¿tú eres?-pregunte.
-Hola soy Demi- se presentó.- hermanastra de Theo.
No dije nada y observe a la chica.
Tenía el cabello rubio con mechones rosados y una ropa muy colorida. Podría jurar que ella intentaba parecer Katy Perry, pero aun así era muy hermosa con sus ojos azules.
Creo que es hora de pastel-dijo Theo y todos comenzaron a cantarme hasta que sople una vela electrónica que de mi había conseguido ya que la habitación era inflamable por oxígeno. Comimos pastel y reímos un poco.
Me la pase bien y después de un rato todo se fueron. Me despedí de los Molinarri y mis colegas junto con parís lleve a mis hijos a mi casa. Donde pasamos un tiempo poniéndonos al día. Después de bañarse ambos se fueron acostar.
París se quedó un rato, pero ya cuando era las once se fue a casa de magdalena.
Ya cuando estaba en la cocina el teléfono sonó y lo tome.
-Hola-salude.
-Hola sophy-saludo un hombre
-Theo-chille.
-El mismo-dijo este con una risita.
-¿Que sucede?-pregunte preocupada mientras guardaba unos platos en la despensa.
-Necesito que llegues al hospital-pidió.
-¿Por qué?-pregunte.
-No me siento bien-dijo Molinarri y me preocupe.
-Llego en 15 minutos-dije para luego colgar.
15 minutos después me encontraba entrando a la habitación de Theobaldo Molinarri quien sonreí complaciente.
-¡Qué demonios!-exclame apuntándolo con el dedo y supe que la noche seria más larga de lo habitual.


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Hola, sip yo Elenatrix soy una bruja!! este capitulo es uno de los mas corto que eh escrito y me siento rara ya que ultimamente tengo mis pensamientos y sentimientos al reves. eso es posible?. soy un caos como Julieta/ Sophy. subire uno pronto y como siempre este capitulo tiene dedicatorio.

Se lo dedicare a todos los chicos que alguna vez les pedi humildemente "No te enamores de mi", porque siempre que lo pido siempre pasa. dios mio chicos si les pido algo como eso por alguna razon es. siempre que pasa eso yo tambien me enamoro y por primera vez quiero controlar ese impulso del destino.pues se los dedico aunque mucho no sepan que escribo y que pienso en cada uno de ello como mis amigos y no como  lo que una vez debieron ser.


 LES DEJO UNA SONG!!!

CUANDO TENIA 17 A~OS ME LA DEDICARON Y SE LA DEDICO A USTEDES MIS LECTORES.



 http://www.youtube.com/watch?v=zyqt2avPkoA