martes, 8 de octubre de 2013

La mujer que nadie tiene "capitulo 12"




Devuelta a mi hogar



-Déjame comprender todo-dijo Demy intentando seguir el hilo de mi relato.- tu nombre no es sophia ni Julieta es otro. tu parís es , ambos tienen historia, Kyle es su hermano, tuviste un hijo de Nicholai y te casaste con Jonathan. ¿Algo más?-pregunto esta impresionada.
-Nada más-sentencio.
-¿Cómo puedes?-pregunta.
-Ya con el tiempo te acostumbras- respondí y sentí que me quitaba un peso de encima.
-¿Lo que no entiendo es algo?-pregunta Demy terminando su copa de vino tinto.
-Si-digo para que prosiga.
-¿Que sientes por mi hermano?-pregunta.
La miro perpleja y curiosa.
-No comprendo-murmuro.
-¿Qué te hace sentir cuando estas con él?-pregunta ella y me sonrojo.
-Muchas cosas-respondo.
-¿Cómo qué?-pregunta curiosa y emocionada.
-Enojo, furia, frustración, curiosidad-comienzo a mencionar mirando al suelo sonrojada.-cosquillas en el estómago y miedo.
-¿Cosquillas?-preguntas Demy alegre.
-Es como si sintiera…
-¿Mariposas?-me interrumpe y asiento.
Asiento
-¿Te gusta mi hermano?-pregunta y mi rostro se vuelve una mueca desagradable.
-Yo…
-Aterrizamos en 15 minutos-nos dice la azafata interrumpiendo mi respuesta.
-Gracias-agradezco y decido ir al baño para distraerme un poco.
Ya de vuelta Demy está comiendo un bocadillo que le había ofrecido la  azafata.
Durante los siguientes minutos no hablamos, pero después de bajarnos del avión me recordé de romeo.
-Demi debo decirte algo-le susurro cuando estamos esperando nuestras maletas- romeo viene a buscarme y no se cómo presentarte.
-Pues preséntame como tal, Demitria Molinarri hermana Theo Molinarri,  soy tu asistente y te gusta mi hermano….
-Demitria-murmure.
-Que él es paciente de una mujer malvadamente pelirroja a la cual no te agrada- continua sin interrumpirse.
-Suena razonable-digo-, pero en ¿que yo trabajo?-pregunto.
-Eres ejecutiva en una empresa multimillonaria llamada Chavanel Inc. Del cual se encarga en tecnología avanzada y militar.-explico.
-¿Quién es el dueño de esa compañía?-pregunte.
-Es de la familia materna de Theo, mi padre se casó con su madre y luego de la muerte de la madre de Theo, mi padre se casó con mi madre, pero continúo manejando la empresa de la madre de Theo. Se suponía que tendría que manejar la empresa, pero debido a su condición…
-Ya comprendí-la interrumpo.
Ella se encoje de hombros.
-¿Que sabe Theo de esto?-pregunte.
-No mucho, solo sabe que le ocultas algo. Tiene miedo de lo que pueda pasar entre ustedes-explico.
-Demitria gracias por estar conmigo en este momento-le agradezco y tomamos nuestras maletas.
-No hay de que-dice ella y no volvimos a hablar.
No fuimos a la entrada y observamos que había un hombre con un gran letrero que decía “Capuleto”.
No acercamos y lo mire curioso.
Tenía los ojos oscuro acercándose al café y al negro a la misma vez y una sonrisa juguetona, su cabello negro azabache estaba desordenado de forma majestuosa y juvenil, su rostro seguía siendo hermoso, adorable y espectacular como siempre había recordado, pero lo único diferente que capte en él fue las leves arugas que nacía en su rostro y que su complexión física no era la misma. Había aumentado de peso tonificado sus musculo para demostrar un cuerpo atractivo y deseable. Vestía de una manera formal, tenía saco negro y una corbata roja y zapatos de ejecutivos.
-No me agrada tu cabello-me reprocho y sin contenerme me abalance sobre mi mejor amigo dejando caer al suelo mi bolso.
Romeo dejo caer al suelo el bolso y nos abrazamos cuando me lance sobre él.
Su olor me invadió y sentí que el tiempo nos había cambiado, pero aun seguíamos siendo los mismos.
 El romeo y yo Julieta-susurro la vocecilla en mi mente.
-Te extrañe Julieta- me saluda al oído.
-Yo también-coincido con él y nos apartamos.-gracias por la bienvenida.
-Para ti lo mejor-dijo con una sonrisa coqueta y por primera vez sus ojos se posaron en Demy.
-¿Ella es?-pregunta con seriedad.
-Demitria Molinarri, soy la asistente de la Señorita aquí presente Sr. Areiv- se presentó está tendiéndole la mano.
-Mucho gusto, llámame Romeo para que te sientas en familia-dije este tomándole la mano.
-Claro-dijo esta con una sonrisa.
-¿Cómo van las cosas?-pregunto recordando el motivo de mi regreso y tomando mi bolso del suelo.
La sonrisa de romeo se borra de su rostro.
-Has tenido un viaje largo es mejor que te lleve a tu casa y descanse para que puedas ver a tu padre-murmura romeo tenso y sin mirarme a la cara.
-Quiero ver a mi padre, pero me daré un baño y después iremos al hospital-le contradije al final.
-Julieta…-empezó, pero no lo deje.
-Quiero ver a mi padre y por favor quita esa cara. Volví a mi hogar-le recordé y este sonrió a media.
-Al menos podrás aceptar una cena conmigo-me dijo y sonríe.-lo tomo como un sí.
-Ya vámonos chicos que no puedo estar con la misma ropa 18 horas seguida-dice Demy y romeo y yo reímos como los viejos tiempos.
Romeo nos condujo a su auto y nos llevó a mi casa. Me ayudo con las maletas y después de darme un beso en la mejilla se fue.
Mi madre estaba en la cocina cuando entre a la casa.
-Mama-la llame y escuche una taza romperse.
-Mi niña- chilla la mujer regordeta que había sido importante en mi infancia.
-Nana-saludo a mi madrina, pero esta me toma de las mejillas y me las besas continuamente por unos segundos.
-Déjala respirar nana-la reprende mi madre con un tono feliz en la voz.
Nana me suelta y veo a mi madre, noto que se ve más mayor que la última vez que la vi como si la estadía de mi padre en el hospital la haya dejado sin vida.
Me acerco a mi madre y la abrazo como si yo fuera una niña de 7 años. Siento mi corazón se regocija de júbilo al estar en los brazos de mi madre. Después de mi abrazo presente a Demitria y platicamos del viaje por unos minutos hasta que ella tuvo que responder una llamada. Yo al ver que ella se iba al vestíbulo decidí llevar mis cosas a la que fue mi habitación.
Al estar en ella note que mi madre no había cambiado mi habitación con la esperanza de que yo volviera. Sentí que todo seguía igual, pero la que había cambiado había sido nosotros, todos habíamos envejecidos, madurado y con el tiempo hemos superado las cicatrices de nuestro corazón. Después de acomodar mis cosas tome un baño rápido porque deseaba ver a mi padre con ansias.
Después de arreglarme apropiadamente vi que Demitria también se había aseado y me esperaba con mi madre en la sala.
Al verme ambas sonrieron y yo sonreí a medias.
-Quiero ver a papa-anuncie.
 La habitación era tan parecida a la del hospital que yo trabajaba.
El doctor que atendía a mi padre me había explicado mientras mi madre lloraba junto a mi padre sobre lo que mi padre presentaba.
-Señorita su padre tiene un tumor que está alojado en lóbulo frontal, pero que ha crecido deteniendo el fluido de sangre provocando una hemorragia craneal interna.-explica.
-¿La inflamación tiene un modo de que baje y poder operar quirúrgicamente?-pregunte ya que mi especialidad era cardiología no oncología ni neurología.
-Es posible, pero sabremos el daño que tiene hasta que le hagamos unos estudios.-explica.
-¿Cómo será la intervención quirúrgica?-le pregunto y el doctor comienza a explicarme y yo comienzo a olvidarme que soy Julieta que vuelvo hacer Carrión.
Me sentía que hablaba de un paciente y no de mi padre en cuestión. Cuando finalmente me termino de explicar todo y aclarar las dudas nos dejó para que mi madre y yo habláramos por un segundo.
-¿Cómo sabes todo eso?-pregunta mi madre curiosa.
-Estudie unos cursos en la universidad-explico sin darle tanta importancia y posando los ojos en mi padre del cual estaba entubado y  en estado de coma.
Solo llevaba 24 horas en ese estado y se veía lo decaído y viejo de su estado físico.
-¿Que sugieres mi niña?-pregunta mi madre.
-Intervenir quirúrgicamente y esperar que la inflamación baje por su cuenta-le dije a mi madre.
-Eso creí- coincidió esta.- te dejare a solas con tu padre y voy a firmar los papeles para que lo operen tan rápido como sea posible.-dice antes de irse.
Me quede a solas con mi padre y comienzo a sentir miedo, tristeza y dolor en mi pecho.
Me acerque a mi padre.
-Papa soy tu hija, te pido que vuelvas a mí. Que luches con todas tus fuerzas para salir de esta y volver con mama-dijo con voz rota- mama no puede sobrevivir sin ti y lo sabes. Tu eres su amor, eres su todo y ella no puede vivir sin ti. Yo tampoco puedo estar sin ti porque solo eres mi padre y eres el mejor del mundo. Te quiero devuelta por favor, porque quiero que consientas a tus nietos y que me cuides de todo mal.-sentí las ganas de llorar, pero estas no salieron de mi.- te amo papa…
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Después de pasar la tarde con mi padre me fui a mi hogar con mi madre para descansar de mi largo viaje. Por mucho que intentara dormir no podía, Demitria dormía en la habitación de huésped y el silencio reinaba en la casa hasta que el sonido de mi teléfono interrumpió lo que nadie podía romper a las tres de la madrugada. Alarmada tome mi celular y conteste viendo un numero anda familiar para mí.
-Hola-saludo esa voz masculina que ponía mis nervios a piel.
-Hola Theo-saludo con el corazón en la mano.
-¿Cómo fue tu viaje?-pregunta con un tono de reproche.-espere tu llamada todo el día.
-Fue bien tu viaje e incluso me gusto estar con tu hermana en primera clase-le espete.- dios mío quien te crees para ser tan entrometido-le dije sintiendo enojo en mi corazón.
Escuche hecho una maldición en nombre de Demitria.
-Debo protegerte aunque no quieras sophia-murmuro-, no podría dejarte irte sabiendo que no volverías a mi lado. Me he vuelto un loco sin ti en estas semanas deseo tus labios más que nada en el mundo. Casi ni me hablas ni te acercas a mí. Estoy hecho un loco por tu culpa y la quiero para mi…
-Yo no puedo ser suya-le interrumpí.
-Pues lo serás porque me lo pedirás, tú sientes algo por mí. Lo sé cuándo me miras, cuando me besas y cuando se te corta las reparación cuando estas a mi lado. Te conozco más de lo que crees y podría conocer todo de ti sin tu permiso, pero solo soy conforme y espero con el tiempo que me queda de vida para que tú reveles ante mí. No me importa malgastar este tiempo solo quiero ser tuyo y de nadie más antes de entregarme a la muerte.-dijo Theo desesperado.
-Theo necesito arreglar mis pensamientos porque estoy confundida, no puedo negar que siento algo por usted, pero no puedo abrirme si no lidio con mis propios problemas-explico.
-Solo piensa las cosa sophia mientras tanto-me dice con esperanza en la voz y escucho un golpe en mi ventana.
Salí de la cama y me dirigí a la ventana.
Al principio no vi nada, pero luego vi un rostro reconocido.
Romeo está delante de mí casa tirando piedritas a mi ventana, al verme sonrió y dejo de llamar mi atención.
Le indique con señas que me diera tiempo.
-Theo debo colgar-le indico.- nos comunicamos luego y gracias por preocuparte por mí, pero vuelvas hacer algo sin consultármelo.
-Si te hago caso te negarías sin dudarlo-me reprocho y sonrió con ironía porque tenía razón.
-Adiós-me despido.
-Adiós y descansa- me dice y cuelgo.
Abro la ventana y espero que romeo escale al ventana como los viejos tiempos.
-Hola Julieta-me saluda cuando entra a mi habitación.- veo que nada ha cambiado-dice mirando mi habitación.-linda ropa-me señala con el dedo mi piyama de rayas azules y rojas.
-Regalo de Carolyn de navidad-respondo.
-Veo que tú tampoco puedes dormir-me dice y me encojo de brazos.
-Duerme conmigo-le pido.- como en los viejos tiempos.
-Claro-dice este con un tono feliz.
Romeo se quita lo zapatos, también se quita la camiseta y el pantalón en la oscuridad. Me siento afortunada de no verle porque me sentiría incomoda
Ambos no acostamos en la cama y dejo que este me abrase debajo de las sabanas.
Siento su aliento en mi cuello.
-¿Qué piensas tanto?-pregunto romeo.
-Todo ha sido muy confuso, siento que cambiamos pero las cosas siguen iguales como siempre. Siento que todo sucedió porque tú decidiste quedarte con Rosalinda. Si no te hubieras llevado por las ideas de tus padres, tu y yo estaríamos casados. Tendríamos al menos 3 hijos los cuales se llamarían Eleonor, Sahara y Dylan y seriamos una familia, pero las cosas no fueron así. Tú me diste la espalda, permitiste que me lanzara en los brazos de un chico más joven que yo en busca de lo que tú me negaste. Deje que este me embarazara, luego lo abandone todo. Me mude en España, me case y perdí mi hijo. Luego de unas semanas de la muerte de mi hijo me divorcie y comencé a vivir siendo otra mujer. Soy la mujer que muchos quiere tener y me siento fatal por eso, porque no soy feliz y lo único bueno que se hacer es salvar vidas, cuidar a mis hijos y mentir para no herir a otras personas-dije y tome aire para retomar la discusión.- mi vida es un caos y tengo miedo de perder a mi padre. Ya no quiero mentir, quiero tener esto que tengo ahora.
-¿Que es lo que tienes ahora?-pregunta rompiendo su silencio.
-La sensación de que estoy en casa, que soy Julieta y que siento que la chica que se fue aún sigue en esta habitación-digo con un tono desesperada.
-¿Sigues aquí?, pero para mí has cambiado. Sabes ¿cómo lo sé?-me pregunta.
-Eres mi mejor amigo-le recuerdo.
-Ya no te pones tensa cuando te toco, ya no te sonrojas como antes y es como si mi presencia no te afectara en lo absoluto. Es como si ya no me amaras.
-Claro que te quiero-dije ofendida.
-Yo aún siento algo por ti-comenzó este y supe que no necesitaba otra declaración de amor.
-Romeo es mejor dormir, tuve un día difícil y mañana  será un día lleno de tensión-le interrumpí rápidamente.
-Está bien-dijo herido y comenzó a tararear una canción hasta que no escuche nada más.
-Despierta Julieta-me dijo romeo alarmado.
Abrí los ojos y sentí que jadeaba.
-Estabas teniendo una pesadilla- me explico y me acurruque en su pecho temblorosa.-estabas llamando a tu padre.
-No recuerdo nada-le explique controlando mi respiración. Aun en mi habitación reinaba la oscuridad.
-Intenta dormir mi Julieta-pido romeo con un bostezo prologando.
-Vale-coincidió y me quede en sus brazos.
El resto de la noche no dormir y me dedique a escuchar las respiraciones y los latidos de romeo hasta el amanecer. Como los viejos tiempos desperté a romeo para que no fuera atrapado en mi habitación. Romeo con tristeza se fue, pero sin antes darme un beso en las mejillas.

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Te lo dedico a ti quien le dio vida a Romeo, tu quien has sabido ser un recuerdo de mi pasado, a ti quien le gusta que yo sea su cuenta cuento, su narradora sin limites.... te lo dedico por que todo esto empezo por que tuvimos miles de deseos y ninguno pudimos cumplir... Romeo y julieta fueron seres del cual pudimos envidar... te quiero mucho y gracias!


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